Secciones
Servicios
Destacamos
nacho gonzález ucelay
Domingo, 8 de mayo 2016, 14:17
El rodaje de la película Heidi, reina de las montañas, una coproducción anglo-india basada en el popular personaje infantil creado por la suiza Johanna Spyri, no solo ha reencontrado a Liébana con su más tierna y cándida niñez. También le ha dado un ... acelerón a la economía de una comarca bendecida con sus cumbres imponentes a la que la cría va a dejar 1,25 millones de euros contantes, sonantes y por lo visto muy bien repartidos. «Pocket money, pocket money», dicen los productores de la trilogía, que lo consideran eso, «calderilla», en comparación con lo que el valle puede ganar si sabe aprovechar el impacto turístico del film.
Con la mirada puesta en ese horizonte, en abril de 2017, Liébana hace caja cada día de las necesidades de un equipo de rodaje que mueve a un centenar de personas a sueldo de la empresa Heidi Film Limited y que desembarcó en la zona a principios de abril para quedarse hasta mediados de mayo.
«Preveíamos un mes muy crudo», confiesa Isabel Fombellida, encargada del Hotel Infantado (Ojedo). «Pero un día se presentó una gente preguntando si podían ver las instalaciones y poco después volvieron y nos reservaron 50 habitaciones» donde se alojan los miembros de producción, maquillaje y vestuarios. Para prestar un servicio adecuado, la dirección del complejo hotelero ha tenido que reforzar su plantilla incorporando a dos trabajadores, «de manera que no solo están generando dinero sino también empleo», dice Fombellida, que no recuerda un abril como este.
la gran oportunidad
El estreno mundial de la película, previsto a mediados de 2017, va a colocar a Liébana en el punto de mira del turismo cinematográfico y, en consecuencia, ante una oportunidad que la comarca no debería dejar pasar de largo. Así lo entienden sus habitantes, que claman por la construcción de un miniparque temático relacionado con la pequeña Heidi, así lo entienden sus alcaldes, que ya se han puesto manos a la obra, y así lo entiende la productora, que agradecida al trato recibido, ha decidido regalar a Cillorigo la cabaña del Viejo de los Alpes. Con ese fantástico obsequio, Liébana y los lebaniegos ya tienen los cimientos sobre los que edificar la pequeña Heidiland, un país de cuento que hoy solo puede visitarse en el cantón de Los Grisones (Suiza).
Ni ella ni Javier Vilda, el propietario del Hotel Mogrovejo Suites, donde se hospeda una buena parte del elenco de actores de la película Samantha Allison, Bill Nighy, Olivia Grant, Mark Williams, Mimi Slinger, Emilia Fox y Helen Baxendale los dos productores de la trilogía Sheetal Talwar y Simon Wright y la directora del film, Bhavna Talwar. Si hace 40 años le dicen a Vilda que Heidi, Pedro, Clara y la señorita Rotenmeyer iban a dormir en su casa, «me caigo de espaldas».
Servicios elementales
Distribuido en otros hoteles, posadas y casas rurales de la comarca pernocta el resto del equipo de rodaje, que también es un filón para los bares, restaurantes y establecimientos especializados en alimentación de toda Liébana.
«Pues le estoy hablando de una mesa para diez o doce comensales entre cuatro y cinco días por semana», dice Manel Gómez, responsable de la popular Casa Cayo (Potes). «Calculo que el volumen de facturación de nuestro negocio habrá crecido un 6 o un 7%», desvela Gómez, feliz con la marcha del restaurante pero apenado con la de Bill Nighy, que ya está de regreso en Londres. A lo que se ve, el Viejo de los Alpes estaba entre sus mejores clientes. «Venía a cenar aquí todas las noches. Era un caballero, un gentleman, un señor de trato muy agradable». El polo opuesto al personaje que encarna, vaya.
Propietario de Casa Fofi (Tama), Adolfo Soberón, que también regenta la Posada El Corcal, tuvo que rechazar una de esas ofertas con las que sueña cualquier restaurador. «A mí me pidieron toda la posada». 16 habitaciones durante 45 días. «Pero ya tenía la mitad ocupada», explica el chico, que, no obstante, se da con un canto en los dientes. «Casi todos los días tenemos gente. Vienen a comer o a tomar un vino». Incluso a merendar. A base de bien. «Igual llegan a media tarde y piden un plato de jamón».
Es, por supuesto, uno de los vicios gastronómicos más comunes tanto entre los empleados ingleses, más de comer y cenar en la calle, como entre los trabajadores indios, que se han traído a Liébana su propio cocinero.
«Compran de todo, pero principalmente pollo y arroz». Y especias. Muchas. Muchísimas. Demasiadas. «Un día me pidieron dos kilos de cilantro. Y yo no tengo tanto, claro», dice Pilar García, que es la propietaria de la Frutería Valbuena (Potes) y una de sus principales suministradores de fruta, legumbre y verdura. «Me habrán hecho cuatro o cinco pedidos de entre 300 y 500 euros». La otra es Makro, la empresa mayorista a la que la productora de la película ha tenido que recurrir para poder cubrir las necesidades alimenticias del equipo. Hoteles, casas rurales, posadas, restaurantes, bares, tabernas, supermercados, tiendas de alimentación... Hasta las gasolineras de la zona están sacando rédito. Para desplazarse por la comarca el equipo rueda en las localidades de Pendes y Mogrovejo la productora, que tampoco recorta en taxis, ha alquilado una flota de vehículos y contratado a modo de chóferes a al menos media docena de vecinos, alguno de ellos rescatado del paro. De ese vete y ven se está beneficiando la estación de servicio Liébana. «Calculo que habremos aumentado la venta de gasolina un 5 ó 6%», dice Ángel Morán, que también abastece a los visitantes del combustible necesario para poner en marcha los generadores eléctricos que se utilizan en la filmación. «Pero lo mejor de todo añade es que cada vez se para más gente para preguntarnos dónde está la cabaña de Heidi».
Servicios extras
Está en Pendes, un pueblo de medio centenar de habitantes que hipnotizó al equipo de localización venía de patearse veinte países y que la película de Bhavna Talwar va a poner en el mapamundi cinematográfico para mayor gloria de sus vecinos, a los que el flujo creciente de turistas está empezando ya a descolocar. Construida a mano y sin patrones por carpinteros de Liébana, albañiles de Liébana, pintores de Liébana y artistas de Liébana, la cabaña, hecha con madera comprada a un lebaniego, se evanta sobre una de las siete pequeñas parcelas de terreno que abarca todo el escenario. Dos de ellas son de la Junta Vecinal, que las ha cedido desinteresadamente porque su interés va más allá. Y el resto lo son de particulares que las han prestado a cambio de dinero (entre los 900 y los 1.500 euros) o a cambio de nada.
«También les hemos cedido la escuela, para que puedan ir al baño», dice el presidente de la junta vecinal, Francisco de la Vega, muy sorprendido por el subidón turístico. «Antes, un fin de semana cualquiera veías por aquí a diez o doce personas y la mayoría eran parejas. Ahora puedes ver a sesenta o setenta y muchas de ellas son matrimonios con sus hijos».
Todas se acercan a ver la cabaña, custodiada mañana, tarde y noche por tres vecinos que cobran por ello. Y luego se dan un paseo por Pendes, donde la venta de quesos se ha disparado «un 20%», dice Pedro Velarde, dueño de la Quesería Las Brañas y uno de los vecinos del pueblo que más se ha implicado en el rodaje. Con razón «he salido en La 1, he salido en la Cuatro, he salido en Telecinco, he salido en La Sexta...».
Solo le faltaba salir en la película, que, en ese sentido, ha dado trabajo a una veintena de figurantes. La mayoría son actores profesionales, como Consuelo Carravilla (Teatro Principal de Santander). «Está bien pagado». 50 euros al día. «Es más de lo que pagan por trabajar en cualquier serie de televisión». Pero también hay vecinos de la comarca, de Pendes y de Mogrovejo, que hasta abril solo se habían colocado delante de una cámara para hacerse un selfie.
Blanquita y Niebla
La singularidad de sus perfiles, parece, convenció al equipo de casting, que ha contratado para hacer de extras a hombres, mujeres, niños... y, por supuesto, animales varios. Ellos también han salido ganando con la película.
Para ambientar las escenas filmadas en los alrededores de la cabaña, la productora ha necesitado cabras. Las cabras de Manolín y Pedro Luis, dos ganaderos del mismo Pendes a los que han alquilado sus animales y algo de su tiempo a cambio de un dinerillo para ellos y forraje de primera para ellas, que, al final, van a acabar adoptando a ese extraño ser, enano, albino y bastante descarado, que se les ha colado en el rebaño. Pertenece a un ganadero de Camaleño, hasta donde el equipo de producción tuvo que desplazarse para encontrar a una cabra que se pareciera a Blanquita.
Y para ambientar las escenas grabadas por las calles de Mogrovejo, la productora ha tenido que recurrir a no pocos trabajos de atrezzo en los que, además de profesionales del sector de Madrid o Bilbao (molestos por el retraso en el pago), han participado también trabajadores de la propia Liébana.
De Potes son los pintores contratados para darle un tono azulón a las fachadas de aquellos edificios donde discurren algunas tomas y que, en cuanto termine el rodaje, recuperarán sus colores naturales. «Aunque si esto nos pone en el mapa, como si las pintan de amarillo». Y de Potes son también los suministradores de todos los elementos decorativos, naturales o artificiales, que adornan parte de la localidad. Cestos de frutas, ramilletes de flores, sacos de panes...
A las puertas de su bar, que en esta época del año deberían estar cerradas y sin embargo están abiertas, Pilar ve pasar por delante un presente próspero para ella y sus convecinos, entre los que cada día cuesta más encontrar a alguien que no haya pillado del rodaje de Heidi. Aunque los hay. Claro que los hay. Se dice que andaba algún vecino acicalando a su San Bernardo cuando se enteró de que Niebla no aparece en la película.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.