De la Serna anuncia que los trabajos en el Desfiladero se realizarán de noche

Esta nueva planificación de la obra del desfiladero permitiría avances sustanciales en los trabajos, pero su cumplimiento seguramente precise de otras decisiones que afectarían al tráfico rodado. Entre ellas se baraja el corte total de la carretera salvo para emergencias entre determinadas horas de la noche. Esta solución fue confirmada por Francisco Javier Pérez, alcalde de Potes, uno de los asistente a la cita, quien puntualiza que se tomaría en días contados.

Según algunos técnicos consultados por este periódico sería la mejor fórmula para que las máquinas y los operarios trabajen no sólo con la debida seguridad que impide la circulación constante de vehículos, sino que tendrían continuidad.

Pero todo ello precisaría de acuerdos y consensos para planificar debidamente posibles contingencias, así como de una determinación por asumir los problemas que acarrea una medida de ese calibre y que la afección sea mínima tanto al desarrollo cotidiano de la comarca como a la actividad turística con motivo del Año Jubilar.

Y es que pese a que los operarios de Acciona ya llevan cerca de siete meses trabajando en diferentes y pequeños frentes, las obras de acondicionamiento parece que no avanzan. Esa impresión se ha agudizado ahora debido a que las actuaciones se detuvieron con motivo del macro puente turístico de la Constitución, una pausa que continuará con toda probabilidad hasta pasadas las fiestas navideñas. Este parón es el que ha preocupado a los alcaldes de Liébana. Temen que ese receso evitará que lo principal de las obras acaben a tiempo para coincidir con la apertura del Año Jubilar Lebaniego.

Sin embargo, no será ésta la razón. De aquí a abril se habrá cubierto solo la mitad del plazo de que dispone la concesionaria de la obra para acabar los trabajos de este proyecto de mejora. Y, por añadidura, las circunstancias tampoco contribuyen a que las labores avancen a mayor ritmo del que gustaría a los regidores lebaniegos. El entorno natural y las limitaciones ambientales, que son las que son (por ejemplo, no se puede entrar ni tocar el cauce del Deva), tampoco ayudan a que las labores progresen a mayor velocidad sin olvidar que la complejidad técnica requiere trabajar en unas condiciones que están reñidas con la circulación rodada. Ypara ejecutar en los cuatro puentes determinadas actuaciones será preciso emplear maquinaria pesada y grúas, lo que complicaría aún más la circulación de vehículos.

Y es que las obras no se afrontan en un solo tramo de la carretera del desfiladero. Se centran en varios puntos del trazado que suman tres kilómetros a lo largo de quince kilómetros (entre el 155,7 y el 171,2). Este proyecto parcial incluye ampliar la plataforma en varios pasos estrechos y en cinco curvas especialmente peligrosas para que el ancho de la calzada supere los ocho metros. Ello implica colocar voladizos cuyas vigas deben soportarse sobre la calzada. El proyecto contempla asimismo corregir mediante muretes el esviaje de cuatro puentes que salvan el Deva, lo que permitirá entrar y salir de ellos con unos ángulos oblicuos más abiertos y fáciles que el ángulo recto existentes hasta la fecha.

El proyecto global, en breve

Con el tráfico cortado a los vehículos y la carretera cerrada entre determinadas horas de la noche, los trabajos para llevar adelante el acondicionamiento parcial de la N-621 por el desfiladero podrían avanzar más rápido y completarse dentro de los plazos previstos.

Este proyecto de mejora parcial que ejecuta Acciona formaría parte del proyecto global de todo el tramo del desfiladero, una obra que se estima en unos 60 millones de euros. Se trata del denominado proyecto integral de mejora de los 19 kilómetros que separan Castro Cillorigo de Panes; el ministro De la Serna anunció a los alcaldes lebaniegos que la redacción se adjudicará en enero, lo que daría el impulso definitivo para desenquistar un problema que se arrastra desde noviembre de 2014.

En aquella fecha tuvo que revisarse el concurso que adjudicó la redacción del proyecto, anulado judicialmente a instancias de Urbaconsult Torroja, una empresa excluida del concurso de selección después de que fuera concedido a Apia XXI.