Secciones
Servicios
Destacamos
Violeta Santiago
Lunes, 13 de febrero 2017, 07:20
El Ayuntamiento de Santander ha recomendado a los mandos de la Policía Local de Santander que establezcan pautas «uniformes de funcionamiento» para las tres secciones de agentes de movilidad que cubren las calles de Santander, «ya que parece existir un criterio diferente en la sección ... B» respecto a las otras dos, diferencia «que no ha quedado justificada suficientemente». El Ayuntamiento no cree que existan elementos para hablar de acoso laboral en el citado sector, pero al tiempo indica que ha quedado acreditada la existencia de un conflicto laboral entre varios agentes y sus jefes directos, por lo que aconseja que se establezca «un sistema de rotación» de los policías para que el problema «se diluya».
Así se recoge en la resolución emitida por el concejal de Personal y Protección Ciudadana (Pedro Nalda), en respuesta a la reclamación que le plantearon hace aproximadamente un año seis agentes de movilidad de la sección B, quienes le pidieron por escrito una solución. Los policías denunciaron que estaban sufriendo acoso por parte de sus superiores inmediatos, a los que acusaron de presionarles de continuo para que multen y sancionen siempre con las penas más altas que permite la normativa.
«No nos dejan aplicar el sentido común: estamos obligados a machacar y solo valemos en la medida en que multamos», lamentaron dos portavoces del grupo el pasado mes de julio ante este periódico.
En un primer momento, el Ayuntamiento negó los hechos denunciados por los integrantes de esta unidad y esgrimió las cifras de las sanciones que habían impuesto hasta ese momento del ejercicio: en seis meses y medio, había registrado 26 multas menos en 2016 que el año precedente.
Este dato no impidió a los policías insistir en sus quejas. El apremio para sancionar «sin miramientos» a los conductores va siempre acompañado, según indicaron, de discriminaciones de todo tipo hacia los agentes que se niegan a aplicar a rajatabla las directrices de los jefes. Por ejemplo, que «los coches se reservan para los agentes que más multan, para los más productivos». Fuentes de la sección B mantienen que todas las circunstancias denunciadas continúan exactamente igual.
En la policía de movilidad de Santander se trabaja en tres turnos, con las secciones A, B y C, que tienen plantillas estables. Al elevar su caso al concejal de área, los del grupo B lamentaron que sus condiciones de trabajo sean sustancialmente peores que las de los agentes de A y C a quienes, siempre según su versión, no se les empuja a multar sin descanso.
Introducir cambios
A la hora de responder a su requerimiento, Pedro Nalda indica que no se detectan indicios de que exista acoso laboral de conformidad de las reglas que rigen las relaciones laborales municipales. Por tanto, no se abrirá expediente disciplinario «sin perjuicio del resultado del protocolo de actuación que realice el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales», expone. De forma paralela, el edil reconoce que «parecen existir criterios distintos de funcionamiento entre secciones», por lo que recomienda un par de cambios.
Como primera medida, exhorta a poner a las tres secciones a funcionar con los mismos parámetros. Como segunda, sugiere a quienes tienen la competencia organizativa de las secciones que «establezca otros sistemas de asignación» de efectivos a cada grupo «a través de un criterio rotatorio u otros que se estimen oportunos, de manera que dicho conflicto quede diluido al modificarse la composición de las distintas secciones y sus mandos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.