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Gonzalo Sellers
Domingo, 16 de abril 2017, 07:44
Muy poco le ha durado al consejero de Economía la alegría por el aumento de dinero que llegará este año de Madrid. Sólo dos meses después de aprobar el Presupuesto autonómico, Juan José Sota tendrá que meter la tijera para hacer los primeros ... recortes del año. El alto déficit con el que se cerró 2016 el doble de lo permitido por Hacienda y el informe reprobatorio de la Autoridad Fiscal, que pone en seria duda la capacidad de Cantabria de cumplir con los objetivos de estabilidad, han sido decisivos para que Cristóbal Montoro active la primera medida preventiva contra la región. Si el bipartito quiere recibir el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) del primer trimestre, una inyección de fondos imprescindible para poder pagar las facturas de los proveedores, tendrá que prescindir de inmediato de gastos previstos en las cuentas regionales.
El Ministerio no ha detallado todavía a cuánto deben ascender esos recortes, pero Economía ya se ha puesto manos a la obra con sus propias predicciones. Según ha podido saber este periódico, el plan de la Consejería pasa por retener 32 millones de euros. Una cantidad suficiente, en su opinión, para calmar a Madrid y desbloquear el dinero del FLA.
Esos 32 millones coinciden con los ingresos de tres partidas concretas del Presupuesto regional. Tres previsiones que Hacienda tiene en su punto de mira y que desde el propio departamento de Sota consideran que son las de "más difícil cumplimiento".
La primera son las ventas de patrimonio, un auténtico quebradero de cabeza en las últimas legislaturas, tanto para el PP como para la coalición PRC-PSOE. En las cuentas del año pasado aparecía reflejada una partida de ingresos por venta de edificios de 27,4 millones de euros. Una cifra muy elevada si repasamos lo ocurrido en fechas recientes. El anterior Ejecutivo del PP estimó en 2015 una recaudación de 30,1 millones, pero sólo ingresó 358.000 euros en las arcas públicas. Es decir, un 1,2%. Una situación parecida ocurrió en 2014, cuando sólo consiguió el 0,79% de los 28,6 millones previstos, y en 2013, cuando en Peña Herbosa apenas vieron el 0,72% de los 36,2 millones esperados.
Expectativas rebajadas
Todos estos desajustes presupuestarios influyen en el déficit, por lo que Economía rebajó las expectativas para 2017, empujada también por el fracaso de las subastas. La Quinta Labat, la antigua residencia de mayores La Pereda, los antiguos juzgados de la calle del Sol y el antiguo conservatorio ubicado en el Paseo de Menéndez Pelayo han salido a la venta en varias ocasiones sin encontrar comprador. Por eso, los 12,3 millones de ingresos previstos son casi una quimera.
A pesar de que el consejero de Economía dará libertad a los departamentos del Gobierno para que elijan las partidas de los recortes, sí tendrán una limitación el cumplimiento del pacto con Ciudadanos. El Gobierno llegó a un compromiso de ochenta puntos con la formación naranja a cambio de su respaldo en la votación del Presupuesto. Las partidas ligadas a ese programa no se podrán tocar en esta primera fase de recortes que debe afrontar el bipartito para poder cobrar el Fondo de Liquidez Autonómico. El mayor éxito del partido de Albert Rivera fue vetar la subida de impuestos pretendida por el Ejecutivo. Además, incluyeron otras medidas con reflejo presupuestario, como la gratuidad de los libros de texto en Primaria a partir del curso 2017-2018; dotar con 600.000 euros un plan contra las especies invasoras; un millón de euros para comprar viviendas y ofrecerlas con alquiler social y la compra de terrenos para pequeñas empresas.
El segundo ingreso en peligro viene del Puerto de Laredo. La Consejería de Obras Públicas pretende embolsarse 10 millones de euros este año con las concesiones del suelo, edificio, parking y los atraques quedan libres. Pero en Economía no son tan optimistas y le han puesto el cartel de peligro.
La tercera incertidumbre está en el impuesto de sucesiones y donaciones. El año pasado, el Gobierno calculó una entrada de 56,8 millones de euros en las arcas públicas por este tributo, pero sólo se recaudaron 41,7 millones, según los datos de Hacienda. Para 2017, Economía rebajó las expectativas, pero todavía se quedó muy por encima de lo embolsado el año pasado. De los 51 millones que aparecen reflejados en el Presupuesto, la Consejería espera ingresar diez millones menos.
A pesar del desvío importante del déficit del año pasado, el departamento de Sota espera que ajustando esos 32 millones se pueda cumplir con el objetivo del 0,6% previsto para este ejercicio. Y, sobre todo, aplacar a Hacienda para que la cantidad no sea mayor la Autoridad Fiscal pide 90 millones en su informe y el dinero del FLA llegue puntual a Santander.
De dónde sale el dinero
El problema, claro, es decidir de qué gastos se recortan los 32 millones que el Presupuesto incluye como ingresos pero que Economía ve difícil recaudar. El consejero tiene previsto esperar hasta la semana que viene, una vez que pasen las fiestas de Semana Santa, para repartir el esfuerzo entre todos los departamentos del Gobierno. Será cada consejero el que decida de dónde detraer su contribución. Una fórmula reciente en la memoria de alguno de ellos. El año pasado ya se enfrentaron a ella cuando se produjeron las dos etapas de recortes. La primera, en febrero, de 18 millones, para pagar la paga extra de 2012 que se debía a los funcionarios. Y la segunda, en verano, cuando Hacienda detectó "desviaciones de la estabilidad" y Economía ordenó la retención de 16,7 millones. No demasiado si se tiene en cuanta que el descuadre final fue de más de 90 millones.
Los recortes que ahora se avecinan, lejos de ser inesperados, se daban por hecho desde el mismo momento en el que se aprobó el Presupuesto. Las tensiones abiertas entre PRC y PSOE acabaron con un incremento de 80 millones de euros en el gasto del Presupuesto, sin ingresos reales que lo sustentaran. Ni en el Parlamento ni en el Gobierno se dudaba de que los recortes llegarían, la única incógnita era cuándo. "Dense prisa en gastar lo que tengan porque no les va a durar mucho", llegó a aconsejar la diputada Cristina Mazas a los consejeros del PRC en un pleno reciente.
Con un ojo en Madrid
Además de afrontar este tijeretazo a las cuentas, Sota mira de reojo a Madrid. Si el Gobierno central no consigue los apoyos suficientes para aprobar su Presupuesto, Cantabria perdería alrededor de 75 millones de euros. Esa es la diferencia entre el dinero previsto para la comunidad en la prórroga de las cuentas de 2016 frente a lo computado en el nuevo documento para este año. Si el PP no lo saca adelante en el Congreso, la región pasaría de recibir 1.697 a solo 1.622.
El consejero, que fue criticado por hinchar un 3% las entregas a cuentas que le comunicó Madrid en octubre hasta los 1.672 millones, al final se encontró con que su previsión fue conservadora. Cantabria recibirá, en principio, 25 millones más de los esperados, aunque no podrá usar ni un sólo céntimo para inversiones o gastos. Todo se destinará a financiar el déficit del año pasado.
Ese será un mal menor. Si el nuevo Presupuesto nacional no tiene luz verde, Sota tendrá que recortar otros 50 millones más: la diferencia entre los 1.672 que calculó y los 1.622 que el Estado le dijo el año pasado que le iba a dar.
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