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Guillermo Balbona
Miércoles, 3 de mayo 2017, 07:57
El wuxia literalmente, guerrero errante, mercenario es un género de cine de artes marciales ambientado en época medieval, que se caracteriza por las escenas altamente coreografiadas. Esta mirada vertebra el ciclo que la Filmoteca de Cantabria ha programado durante este mes de mayo. Una propuesta ... que, en paralelo, contemplan otras entidades. Son películas de los años sesenta y setenta destacadas por un montaje innovador que, en cierto modo, puede considerarse como precedente del cine de acción occidental de décadas posteriores, caso de Quentin Tarantino para quien el wuxia es una referencia constante. Además de las dos cintas de King Hu que suelen citarse como las cimas de este género, el ciclo prevé otras cinco cintas menos conocidas. Todas ellas se proyectarán, en copias restauradas, durante el presente mes en la sala Bonifaz.
El comienzo de la industria del cine en Taiwán estuvo muy vinculado a Japón, por lógica política el japonés fue el idioma oficial desde finales del siglo XIX hasta la segunda guerra Mundial y a partir de los años sesenta empieza a crearse una industria propia, aunque en este caso más próxima a la cultura china. Ya en los ochenta se configura una nueva ola de directores que imprimen al cine de Taiwán una personalidad que hasta ahora no había tenido. Son filmes con carácter autobiográfico y que narran experiencias de la nueva sociedad taiwanesa.
La Oficina Económica y Cultural de Taipei y el Círculo de Bellas Artes organizan en España este ciclo que se abre hoy con la proyección de la película La posada del dragón. El ciclo Dragones voladores, espadas errantes, King Hu y otros maestros del cine wuxia lo integran siete títulos de finales de los años 60 y principios de los 70, restaurados y proyectados en alta calidad.
La Filmoteca santanderina prosigue, asimismo, este mes el ciclo Sombras restauradas que desde el inicio del presente año dedica a proyecciones de títulos clásicos del cine silente. La pasión de Juana de Arco, de Carl Theodor Dreyer; Garras humanas de Tod Browning y Napoleon de Abel Gance, entre otras.
Además de la colaboración con el Festival de Cortometrajes Piélagos en Corto y la sección del Cine Club de los sábados, se ha programado una Semana de Europa con títulos como Welcome de Philipe Lioret.
El otro gran apartado del mes se centra en la celebración del Centenario de la actriz Joan Fontaine, protagonista de Rebeca, hermana de la también actriz Olivia de Havilland con la que tuvo una relación tormentosa. Con Hitchcock trabajó también en Sospecha (1941), filme que le dio el Oscar y que protagonizó junto a Cary Grant, con quien ya había coincidido previamente en Gunga Di.
En su etapa más prolífica apareció en Sé fiel a ti mismo de Anatole Litvak; el melodrama de Edmund Goulding La ninfa constante, película por la que volvió a ser nominada; El pirata y la dama de Mitchell Leisen; junto a Orson Welles en Alma rebelde; o bajo las órdenes de Max Ophuls en Carta de una desconocida.
King Hu es el gran cineasta del wuxia taiwanés, aunque esta propuesta singular que recala en Santander revela la popularidad y variedad del género. Tras su paso por Madrid, el ciclo podrá verse en el Museo Universitario de Pamplona, en la Filmoteca de Andalucía, en el Centro Galego de Artes da Imaxe y en las Filmoteca de Valencia y Cantabria durante el presente año.
King Hu también esta representado con Un toque zen (1971). Los otros títulos son: La dama de hierro (1969), de Sung Tsun-Shou; El monte del dragón (1971), de Chen Hung-Min; El maestro de la espada (1968), de Joseph Kuo; Una ciudad llamada dragón (1970), de Tu Chung-Hsun; y Una gran pasión (1970), de Yang Shih-Ching.
Tras el éxito de La Posada del Dragónse reavivó el género en el cine taiwanés de finales de los años 60 y principios de los 70. La Union Motion Picture estableció un estudio dedicado a la producción de este tipo de películas y contrató a una serie de actores y técnicos que reaparecían en muchas de ellas.
Un toque zen es una obra épica de primer orden, caracterizada por una coreografía desbordante de acción, impresionantes paisajes en formato panorámico y un montaje innovador que valió un premio especial en Cannes.
El maestro de la espada es una de las más famosas películas wuxia taiwanesas. Cuenta con escenas de acción que mezclan la escuela del norte de las artes marciales chinas con el bushido japonés, y plantea cuestiones filosóficas introducidas por el conflicto interno del protagonista entre la venganza y el perdón.
Una ciudad llamada Dragón (dirigida por Tu Chung-Hsun, ayudante de King Hu en sus obras maestras) avanza a través de una trama de intriga, localizaciones meticulosamente elegidas y una sobrecogedora tensión dramática.
La Dama de Hierro es uno de los primeros trabajos del cineasta Sung Tsun-Shou. El relato ilustra no sólo el espíritu heroico del guerrero y las intrigas entre enemigos, sino la debilidad y la devoción inherentes al corazón humano.
Una gran pasión es un tenso drama histórico, un relato vívido lleno de giros y sorpresas.
Y Chen Hung-Min, montador de La posada del dragón, firmó El monte del dragón volador, que consagró paciente atención al diseño y la coreografía decada escena de acciónpara creando momentos dotados al mismo tiempo de tensión sensorial y dramática.
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