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María Ángeles Samperio Martín
Viernes, 19 de mayo 2017, 07:51
Carlos Sánchez (Madrid, 1956) llegó a Cantabria desde Madrid hace ya años siguiendo a su esposa. Los primeros pasos sindicales los dio en el Consejo Económico y Social, en el que conoció a fondo la situación socioeconómica de la región, ya que se implicó en ... la elaboración de los informes del CES. Ahora acaba de ser reelegido secretario general de Comisiones Obreras y cree que es el momento para que el sindicato persista en sus reivindicaciones, y acuda al Parlamento si el Gobierno regional sigue desoyendo algunas de sus demandas. Cree que el tiempo de los diagnósticos ha pasado: "hay que actuar para que la recuperación de la economía llegue a los ciudadanos" y para que Cantabria "tenga un modelo claro para asentar su crecimiento y evitar que los jóvenes formados tengan que emigrar".
¿Cómo afronta el sindicato el futuro tras el congreso?
Tenemos el reto de reivindicar muchas cosas pendientes, pero también de reducir gastos y caminar hacia la autofinanciación. Por ejemplo, hemos reducido la Comisión Ejecutiva, pasando de 16 a 9 miembros. Este próximo lunes tenemos la primera reunión y se van a constituir 4 áreas con sus respectivos responsables: estructural (organización, finanzas...), política sindical (empleo, formación, política social...), política institucional ( diálogo social, representación en instrucciones) y comunicación. Van a ser los cuatro que reciban salario. Antes eran 7. De otro lado, estará el Consejo Regional, máximo órgano entre congresos, y se va a contar con un Comité de Dirección en el que van a participar los secretarios generales de las siete federaciones en la que se distribuye el sindicato en la actualidad así como el secretario general de la unión.
Enfoque
Sánchez es especialmente reiterativo con un tema que le preocupa especialmente la marcha a los jóvenes de Cantabria a otras regiones o países porque en la región no encuentran posibilidades de futuro. "Los jóvenes entre 16 y 35 años están abandonando Cantabria. El exilio laboral de nuestros hijos es una de las cuestiones que me parecen más preocupantes. Es alarmante", sostiene el sindicalista.
En su opinión, esta pérdida es importante para la región porque se trata de personas cualificadas que pueden aportar mucho para lograr el crecimiento económico que se necesita así como para paliar el envejecimiento de la población.
¿Qué opina de que su candidatura a secretario general sólo lograra el 57% de los votos?
Me hubiera gustado tener más respaldo, pero estas diferencias en el seno de CC OO son habituales. De hecho, se presentaron dos listas para la Ejecutiva. Sin embargo, hay un acuerdo al 100% sobre el modelo de sindicato que se quiere y con las propuestas que se han aprobado. Tenemos cuatro años para arreglar las desavenencias y trabajar en conjunto. Quiero recordar que llegué a la Secretaría General en un congreso extraordinario para sustituir a Vicente Arce, que abandonó el cargo pocos meses después de haberme ganado por dos votos. Por cierto; ahora mismo se ha desvinculado totalmente del sindicato e incluso ha dejado de ser afiliado.
¿Es complicada la situación económica del sindicato?
No podemos negar las dificultades económicas. Tenemos un déficit estructural de 120.000 euros a pesar de los ajustes que hemos hecho, el más importante la desaparición de Forem, y de las actuaciones que hubo que acometer para ello. Se fue a concurso de acreedores y se asumió la defensa de los trabajadores, lo que tuvo que hacerse con asesores jurídicos ajenos a la casa al igual que la defensa de CC OO como empresa. Las indemnizaciones fueron superiores a las de la reforma laboral. En la actualidad, uno de los problemas es que tenemos un patrimonio que no se usa las instalaciones que se dedicaban a la formación que seguramente habrá que vender.
Pero el sindicato recibe financiación pública...
El presupuesto anual de CC OO de Cantabria es de 1,3 millones de euros y en función de nuestra representatividad recibimos 150.000 euros, que suponen un 12% del citado presupuesto. Se ha hablado mucho de que los sindicatos vivían de la gestión de la formación. Yo nunca he estado de acuerdo con que gestionáramos esta formación, pero ahora tenemos que disputar con el Gobierno el modelo de formación. Entiendo que estaría bien podernos financiar al 100%, pero también la patronal y los partidos políticos. Vamos, que cunda el ejemplo.
¿Con las cuotas de los afiliados es difícil mantenerse?
Nosotros tenemos 17.000 afiliados, pero muchos de ellos pagan cuotas reducidas porque trabajan a media jornada y tienen salarios muy bajos. El problema es que tanto CC OO como UGT negocian convenios y acuerdos que son de aplicación a todos los trabajadores y no sólo a los afiliados y esto debería ser compensado de alguna manera. En Cantabria, entre CC OO y UGT tenemos el 71% de los delegados y este es un dato importante.
¿Cuáles son los principales frentes para este nuevo mandato?
El desafío principal para todos los sindicatos es mejorar la calidad del empleo, ya que en la actualidad tener un trabajo no garantiza salir de la pobreza. La economía se está recuperando y, como reivindicamos el 1 de Mayo, no hay excusas para distribuir. Durante la crisis la política de austeridad ha supuesto pérdida de derechos, peor calidad del empleo, desigualdad y salarios bajos. Los bajos sueldos no contribuyen a la recuperación de la economía. Es el momento de decretar el final de la devaluación salarial,
¿Y en el ámbito de Cantabria?
La economía de Cantabria está creciendo, pero lo hace un punto por debajo de la media. La razón es la falta de una estructura económica y de un tejido productivo sólido.La crisis nos ha afectado más y ahora está costando salir también más. En primer lugar, las rentas salariales están por debajo de la media. En segundo, la renta per capita también ha caído y en tercero, Cantabria está a la cabeza de la desigualdad. Es una economía muy vulnerable que no ha elegido bien los sectores productivos a los que potenciar. Además, los presupuestos son insuficientes. Les pasa a todas las autonomías, pero aquí el problema es que no hemos señalado cuáles son las prioridades.
¿El diálogo social está logrando algún avance?
Llevamos ya dos años trabajando desde su recuperación, pero la ciudadanía no percibe los beneficios de los acuerdos y no está sirviendo de mucho. Es importante que el presidente Revilla presida la Mesa del Diálogo, pero no sólo se trata de estar, hay que avanzar. Es hora de actuar. Por ejemplo, en política fiscal. En CCOO sabemos que Cantabria tiene una reducida capacidad recaudatoria y estamos dispuestos a apoyar al Ejecutivo regional ante el Estado español en cuestiones como que en la reforma de la financiación autonómica no se tenga en cuenta sólo la población sino otras circunstancias como el déficit de infraestructuras o el coste efectivo de los servicios. En este caso no se puede olvidar que la sanidad cántabra tiene que asumir el coste elevado del Hospital Valdecilla que ofrece atención a ciudadanos de otras autonomías vecinas así como el de Reinosa. El 20% del déficit sanitario cántabro proviene de esta situación.
El patrón de crecimiento recogerá las prioridades...
No hay que perder el tiempo. No tenemos una política definida aunque sí la apuesta por la alta tecnología. No podemos seguir a la espera. Está, por ejemplo, la apuesta por sectores como el agroalimentario, con una estrategia para reconducir al sector productor de leche. Necesitamos tener un dieño para decidir a dónde se dirigen las inversiones porque no hay recursos para todo. Desde CC OO estamos pensando en recurrir directamente al Parlamento para elevar las propuestas que veamos oportunas, lo que no hemos hecho hasta ahora
¿Qué propone CC OO en cuanto a fiscalidad?
Lo primero, una escala impositiva nueva para el IRPF, con tramos más progresivos. En el caso del impuesto de sociedades que se parta de su aplicación a partir de un millón de euros y que, a partir de ahí, se apliquen tramos del 1 al 3%. En el caso de sucesiones y donaciones se propone volver a la normativa que estaba en vigor con el Gobierno bipartito anterior. También vamos a proponer la puesta en marcha de impuestos especiales de tipo medioambiental. De esta forma habrá más recursos. De otro lado, creemos que ya es hora de crear la oficina de lucha contra el fraude. Revilla lo ha comentado en varias ocasiones, pero sigue sin ser una realidad. Nos parece que hay que perseguir a los que incumplen porque suponen una competencia desleal con las empresas que están tributando correctamente.
¿Las ayudas a las empresas?
Necesitamos la ley de cláusulas sociales para garantizar el control de las ayudas y que se devuelva el dinero que no se ha utilizado cuando se incumplan las condiciones. La vicepresidenta Díaz Tezanos ha dicho que están trabajando en ella, pero tenía que estar ya en vigor. De otro lado, creo que Sodercán no sólo debería estar para ser las urgencias de las empresas, sino para contribuir al desarrollo de los sectores por los que apueste la región.
¿Qué opina de la pelea de CEOE yPymetal para negociar el convenio regional de la siderometalurgia?
El problema es que medir la representatividad de la patronal no es tan sencilla como los sindicatos. Llevan tiempo con una disputa que se ha judicializado y que tiene muchas complicaciones porque Pymetal no está en la CEOE cántabra, pero si en Confemetal. Además, está atascado hace tiempo el convenio del comercio del metal.
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