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El agravio moral es el resultado que se obtiene cuando alguien rompe, en perjuicio de otro, las reglas, cuanto menos, de igualdad. Es una suerte de atropello de códigos no escritos que conducen generalmente al concepto, a veces tan subjetivo, de lo que es justo ... o injusto, legítimo o ilegítimo. Es cierto que la idea de justicia es ambigua y tremendamente personal pero en todo caso hay que reconocer que hacer pasar por justo lo que es injusto es una auténtica obra de arte.
El Pleno de la Corporación, desde el pasado jueves extinto, se despidió con una sesión algo plañidera, dejando el interrogante de los motivos que aborbotonaban los ojos ahítos de lágrimas de algunos concejales que ya no volverán. Para 'Topography of Tears' ('Topografía de las lágrimas') la artista Rose-Lynn Fisher fotografió más de cien lágrimas vistas a través de un microscopio. Creó un corpus de las vertidas por pena, frustración, rechazo, risas, bostezos... Las conclusiones las ha dejado en un libro, 'Estructura microscópica de las lágrimas humanas' explicando que son parte de nuestro lenguaje más primitivo ante situaciones tan inevitables como la muerte, tan básicas como el hambre o tan complejas como el rito del cambio o una injusticia. ¡Que interesante sería haber podido poner esas lágrimas al microscopio -las vertidas y las contenidas- en el Pleno para saber si se debían a la pena por la preeminencia perdida, por creerse víctimas de una injusticia o por frustración! Prefiero no pensar que fueran recordando a la sultana Aixana cuando dicen que le dijo a su hijo, Boabdil el Chico, tras entregar las llaves de la Alhambra a los Reyes Católicos: «Llora como un niño lo que no supiste defender...».
El Pleno se despidió apoyando a los animales y olvidándose de muchos torrelaveguenses. Ana Mercedes Fernández Caballero (PSOE) y Berta Pacheco (PP), apartadas de la futura Corporación, tuvieron en el ultimo segundo esos minutos de gloria que se ansían en la vida, defendiendo el nombramiento del fundador de la Escuela de Fisioterapia y Logopedia Gibernat, un médico catalán, Josep María Sala Xampeni, como Hijo Adoptivo de esta ciudad por su contribución a la vida universitaria. A Quercus le ha costado unos meses pero al final lo ha conseguido. Ya lo dijo Cela, en España quien aguanta, gana. Esta escuela, que, en efecto, es una gran contribución a la vida universitaria, se autorizó después de que se permitiera desmantelar Magisterio o Graduados Sociales (pública), sin ir más lejos. Se trata de un centro privado en el que los alumnos de Fisioterapia pagan unos 7.000 euros al año y los de Logopedia, 5.000, casi como Deusto, que precisamente se caracteriza por acoger a hijos de padres económicamente pudientes... ¡Votó hasta ACPT! Sí, es cierto que da empleo como profesores y asesores a 'influyentes' especialistas de la ciudad en la materia. Por cierto, ¿qué fue de lo escribir en el libro de honores a los pintores Eduardo Pisano o Pedro Sobrado, al compositor Nobel Sámano, a los bolísticos Mallavia, a los jugadores de voleibol Elisa Alonso Ceballos o Carlos Díaz Rodríguez, al arquitecto Ricardo Lorenzo, al escritor Luis Alberto Salcines, al hostelero Chemaro, a los futbolistas Engonga, a la historiadora Araceli González Vázquez, a la luchadora antifranquista y cazanazis Marina Vega de la Iglesia, al poeta Rafael Fombellida...? Se me acaba el papel, continúo otro día.
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