Secciones
Servicios
Destacamos
La legislatura arranca con polémica tras la ratificación por Junts de que tumbará los decretos de las medidas anticrisis del Gobierno de Sánchez si no se reconsidera una cuestión que considera que puede desestabilizar la ley de amnistía en los próximos meses. Si al final ... no se alcanza una solución acordada, se visualizaría la seria vulnerabilidad que atenaza al Ejecutivo de coalición y hasta qué punto su dependencia parlamentaria de Junts se convierte en un escollo de fondo que amenaza con dejar al Gobierno en minoría parlamentaria a los pies de los caballos cada dos por tres. Además, puede arrastrar a ERC, al PNV y a EH Bildu a esta permanente dinámica de presión.
La lucha por los principios y las esencias patrias entre Junts y ERC amenaza con enrarecer más el ambiente. En el siguiente Rubicón se situarán las elecciones catalanas, en las que el PSC confía en volver a ganar, esta vez con un margen suficiente para gobernar. En realidad, en el PSOE hace tiempo que impulsan una tesis: todo lo que se ha hecho tiene sentido solo si los de Salvador Illa logran ganar la Generalitat catalana y obliga al independentismo a reciclarse y suavizar sus tesis.
Los herederos de Convergència cuestionan un decreto que, en su opinión, posibilitaría que eventuales preguntas de los jueces ante el Tribunal de Justicia Europeo paralicen la aplicación de la ley de amnistía. Es evidente que la sucesión de episodios judiciales que rodean la tramitación de esta iniciativa, tanto antes como después de su aprobación por el Parlamento, va a ser una fuente inagotable de incidentes. Pero un arranque tan traumático sí revelaría el terreno vidrioso y resbaladizo en el que comienza la andadura. La alta dependencia de Sánchez respecto a sus socios soberanistas catalanes revela una zona de alto peligro.
La legislatura se va a mover con una triple cita electoral en el horizonte –gallegas, vascas y europeas– que servirá de indicador de la salud de la política española. En la primera, el PP tiene que revalidar la mayoría absoluta, aunque su candidato, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, parte con la ventaja de jugar la partida en casa y de tener a una considerable parte de la izquierda bajo el signo de la división. El divorcio de Podemos con Sumar debilita la apuesta de una alianza progresista alternativa y puede desmovilizar al electorado de centroizquierda, sometido en los últimos años a duchas escocesas con el BNG al alza y el PSdeG estancado.
En el segundo escenario, el PNV afronta una reválida a sus políticas de gestión y debe encajar la apuesta de EH Bildu de jugar en la política democrática con el viento de las encuestas a favor. Los jeltzales, si los números lo permiten, volverán a pactar con el PSE. Se trata de una fórmula de gobernabilidad que proporciona estabilidad a Euskadi pero también a España, donde Sánchez sabe perfectamente las ventajas cualitativas que proporciona esta entente preferente con los de Andoni Ortuzar. Sobre todo en un momento en el que los partidos del ámbito más centrado también pueden orientar el rumbo del Ejecutivo, que no solo depende del apoyo de los grupos más anclados en las tesis históricas de la izquierda rupturista.
A su vez, las europeas de junio serán un barómetro de la brújula de la UE, con una amenaza ultra que condiciona la agenda política, que resulta tóxica para la derecha democrática y que va a utilizar la bandera de la inmigración irregular para meter miedo en una sociedad cada vez más envejecida y atemorizada, con conflictos internacionales como Ucrania o Gaza que mantienen las luces de alarma encendidas. Sobre este cuadro tiene que operar el Gobierno PSOE-Sumar, envuelto en una bandera de un decidido avance social pero que debe combatir todos los días la hiperventilación de la derecha y los soberanismos. Romper esa espiral de choque de emociones se antoja como una labor de orfebrería política y de inteligencia emocional. Y ni siquiera toneladas de habilidad garantizan que las cosas salgan adelante. El camino está repleto de obstáculos, pero es el sino de los tiempos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.