Borrar

El otro día fui a un convento que hay en mitad del campo, con los niños. Y allí, tras unas verjas, de pronto aparecieron unas monjitas que, al ver a los niños, se derritieron en sonrisas. Una tras otra, fueron (supongo) a la cocina, a ... la despensa y a los talleres, a traer dulces y juguetes manufacturados.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Libertad