Fe ante la duda
Nieves Bolado
Santander
Lunes, 22 de julio 2019, 11:55
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Nieves Bolado
Santander
Lunes, 22 de julio 2019, 11:55
La única realidad palpable en las últimas semanas es que la vaca Llinde Ariel Jordan ha sido la mejor en el tradicional concurso de ganado frisón. Le han puesto la escarapela y le han ordeñado como exige su raza y la tradición. Y es que ... las frisonas, a esta ciudad, no le han fallado nunca desde que a mediados del siglo XIX llegaron desde la holandesa región de Frisia. Todo los demás, de momento, son empréstitos y silencios que ¡ojalá! nunca lleguen a entelequias. Silencio rotundamente sonoro –perdonen el oxímoron– el que ha resonado en la casita municipal –la 'Casona' sigue en la UCI– el del equipo de Gobierno, sobre el desastre – chapuza en definitiva– que llevó a hacer de Torrelavega un ratonera tras el desprendimiento de parte de la autovía a Santander, después de que cayera poco más que un chaparrón. ¿De verdad que nos hemos olvidado de que vivimos en una región con un índice pluviométrico alto? La solución ha sido tan rápida como lo fue el fiasco pero, al final, la sinergia institucional ha funcionado a la perfección impidiendo saber quien ha sido el responsable de esta peligrosa chapuza. ¿Nadie va a señalar al 'científico' que dejó esa obra pública en tal estado que un turbón se la llevó por delante. ¿Nadie del equipo de Gobierno nos va a desvelar el nombre y los apellidos de quien ha puesto en peligro las vidas y haciendas de decenas de vecinos del popular barrio La Palmera que quedaron bordeando la catástrofe? El 'liberado' concejal Pérez Noriega tiene la palabra; 43.000 euros al año quizás no sea mucho, pero es lo que hay. Al final Llinde Ariel Jordán es más auténtica con su chorreo lácteo a borbotones, y sin costar un euro. Esta ciudad dormida no necesita de silencios que pueden atufar a complicidad. Es legítimo que se anuncien proyectos y se campaneen ideas; son lícitos los oreos y pregones, pero en una ciudad ahíta de palabrería y hambrienta de realidades, los anuncios tienen el mismo valor que el eco: resuenan fuerte pero devolviendo eso, solo palabras.
El estudio del soterramiento del ferrocarril estará acabado en agosto. Será verdad, seguro, pero en 2010, hace nueve años, bajo el Gobierno de Rodríguez Zapatero, la alcaldesa Gómez Morante, el consejero de Industria, Juan José Sota, y el director general de FEVE, Amador Robles, quemaron más de un rollo de fotos mientras aseguraban que esta vez sí, que con seguridad porque «en Feve se sigue trabajando de forma entusiasta en su finalización, de forma realista». En 2012, el enviado de Mariano Rajoy a Torrelavega, Marcelino Oreja Arburua, presidente de Feve, habló del proyecto casi como de pan comido. En consecuencia, parece lícito albergar dudas ante otro cascabeleo. Se hacen catas para construir un ascensor, tipo santanderino, modelo De la Serna, para unir Nueva Ciudad con la parte alta de Autonomías, mediante un elevador, que podría construirse en 2020. Al frente de la obra, Cruz Viadero (0 euros de salario) que catequiza cabalmente a Gerson Lizardi (43.662 euros al año) en el asunto de la construcción. A ver que si el apareamiento PRC-PSOE permite a los vecinos sobrevolar pronto este imaginario muro berlinés.
En 2023 Torrelavega podría tener un funcional centro de acogida para transeúntes. Falta una legislatura completa. Las monjas que desde 1985 han llevado ejemplarmente esta obra más social que religiosa se marchan porque la edad ya no les permite seguir adelante. Improvisación: Cuatro años parecen muchos y la noticia, mañana podría ser historia. Los 35 años de abnegada y dura labor –ni un hogar para transeúntes es el Hotel Real ni sus usuarios precisamente 'celebrities'– se podría finiquitar con un meritorio pero escuálido reconocimiento de la asociación Amigos de Torrelavega. Esta ciudad, que ha dado emblemas oficiales a más de uno que se ha limitado a transcribir y copiar actas seculares como toda novedad, no puede dejar escapar a estas mujeres con una vergonzante palmada en la espalda.
A los ciudadanos les queda, al final, una sutil e inservible venganza: Escoger la fe en lugar de la duda, del temor, de lo desconocido y de lo que no se ve. Cuestión de creencias.
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