Sin barbacoa

Pero algunos en nuestra Administración autonómica se han tomado la libertad acrática de coger, no la media, sino el dato de los afiliados del último día del mes. Así han hallado, albricias, que de 31 de marzo de 2020 a 31 de marzo de este año ha habido un portentoso aumento de 5.430 trabajadores. Señal infalible de lo bien que va todo. Hagamos una barbacoa de convivientes. Claro que esto pasa por alto que el 31 de marzo de 2020 recogió ya el súper desplome de actividad tras la declaración del estado de alarma y el confinamiento de todo quisque. ¿Cómo no iba a subir a finales de marzo de 2021 respecto de semejante debacle del año precedente?

Pero si tomamos la afiliación media veremos que el empleo cántabro solo ha crecido 575 afiliados, un 0,3%, y que esta cifra se obtiene básicamente por los contratos públicos en administración, educación y sanidad. La política y la medicina se parecen en que, para dar con el remedio, conviene antes describir bien la dolencia. En cuanto a que sea el dato uno de los mejores de la década, sorprenderá poco a quienes recuerdan que venimos de una gran recesión de hace una década. Es como ponderar «la mayor altura del niño desde que nació». Más bien miremos que el empleo medio de marzo de 2021 es aún inferior al de marzo de 2009, así que en doce años algo habremos hecho mal en empleo. Qué pena de barbacoa.