El cachondeo del 'Blue Monday'

Me siento más o menos bien. Creo que he sobrevivido, aunque a duras penas, al 'Blue Monday', ese invento pseudocientífico y medio chistoso que consiste en señalar al pasado lunes como el más triste del año, en base a criterios más o menos ... lógicos, como que es lunes, que ya se sabe cómo son estos malditos días; que somos más conscientes de nuestras deudas por los excesos de las fiestas navideñas; que enero es larguísimo con esos 31 días que hacen muy lejano el salvavidas de la nómina; que en estas condiciones, las tentaciones de las rebajas amenazan con rematarnos la moral, porque a ver de dónde sacamos el dinero después de haber gastado hasta lo que no tenemos; que ya hemos empezado a fallar en esos nuevos propósitos de, por ejemplo, hacer ejercicio, dieta o dejar de fumar; que hace un frío que pela (eso nunca falla) y que el Racing (eso tampoco falla) no consigue ganar un partido, con el consiguiente cabreo generalizado de los aficionados que extienden su ira y desesperación como la gripe que estos días también anda a sus anchas por el aire de Cantabria.