Secciones
Servicios
Destacamos
H ay dos tipos de libros: aquellos a los que se regresa y aquellos a los que no se vuelve jamás (que son la mayoría). No hablo de calidad: hay novelas buenísimas que uno, tras cerrarlas, ya no lee de nuevo nunca. Se quedan ahí, ... en la estantería, acomodadas y en silencio. Como si durmieran. Digo dormir porque un libro, da igual los años que pasen, siempre se despierta cuando alguien decide leerlo. Pero lo frecuente es que una vez leídos se queden hibernando de forma indefinida.
Te encuentras con ellos al limpiar el polvo. A veces, incluso, los abres y ojeas de forma aleatoria alguna de sus páginas y parece que el libro se desperezara un poco. Te dan ganas de volver a empezarlos desde el principio, pero al final no lo haces.
Otros libros, sin embargo, no se quedan callados en los estantes. Nos llaman y nosotros respondemos a esa llamada suya, vamos a su encuentro y todos los años dedicamos unas cuantas horas a volver a leer aquello que ya habíamos leído. Cuando uno se encuentra con uno de sus libros, es una alegría. No suelen ser muchos. Imagino que se trata de un gozo similar al que experimenta el sediento cuando da con un manantial que sabe que no se secará nunca.
Hay libros que son justo eso: fuentes a las que uno puede regresar siempre para calmar su sed. Hablo de ello porque se ha incorporado a mi modesta biblioteca uno de esos títulos: 'El camino de la vida', de Lev Tolstói, publicado por primera vez en España por la editorial Acantilado. El libro se publicó en Rusia en 1911, poco después de la muerte del escritor. Lo podemos leer ahora traducido por Selma Ancira. Los maestros son necesarios porque nos ayudan a abrirnos paso en un océano de conocimiento que no podríamos llegar a abarcar jamás.
Tolstói ejerce de maestro y nos ofrece sus reflexiones y las de otros muchos pensadores sobre los asuntos más cruciales de la vida. Es un libro que conduce inevitablemente a otros libros. Por eso es un manantial y una raíz. Maravilla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.