El colista triunfal
CANTABRIA POSITIVA ·
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CANTABRIA POSITIVA ·
La mayoritaria pachorra en la recepción de los datos sobre la economía y el empleo da mala espinaFrente al triunfalismo de oficio, salvapantallas de todo gobierno, y los comentarios piadosísimos de los sindicatos progubernamentales, quedémonos con el imperativo categórico de un exconsejero socialista de Economía: «Hay que espabilar». Me parece irrefutable, la verdad.
Se publicó el paro registrado. Cantabria fue ... en 2021 la segunda comunidad que menos redujo el desempleo. Cola de España. Se publicó la afiliación a la Seguridad Social. Cantabria fue la cuarta comunidad que menos empleo creó en 2021. Cola de España.
Se publicó la Contabilidad Regional de España del INE. En el periodo 2010-2020, Cantabria ha sido la cuarta comunidad con menor crecimiento medio de su economía. Cola de España. Se publicó la estimación del Data Lab de la AIReF del PIB de las regiones en el tercer trimestre de 2021. Cantabria es la tercera comunidad con menor crecimiento interanual. Cola de España.
En estas condiciones, el «consuelo» de declaraciones pías nos lleva al «sin suelo» de una decadencia irreversible. Porque quien no reconoce el problema poco lo va a solucionar. Al finalizar el siglo XX, la economía cántabra era un 1,23% de la española. Dos décadas después, solo es un 1,15%. Es patente que nuestro ritmo ha venido siendo inferior al nacional y que cada vez pesamos menos. Así es como estamos «celebrando» el 40º aniversario de la autonomía de Cantabria.
Todavía tenemos ocho mil empleos menos que antes de la recesión de 2008. Y mucho empleo que generamos es engañoso y poco sostenible. Desde principios de siglo hasta ahora, el peso del empleo público sobre el total del empleo ha aumentado en España solo 1,8 puntos porcentuales, pero en Cantabria lo ha hecho en 5,2 puntos. Una autonomía que crece mucho menos, pero se funcionariza mucho más que la media. No es extraño que avance la mentalidad administrativista paralizante y retroceda el empuje emprendedor.
Efectivamente, hay que espabilar. Antes de que las masas corales sindicales no tengan otra partitura que cantar que el gorigori.
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