La compañía creciente del perro mínimo

El de los perros mínimos, y el de las mascotas en general, es un mundo interesante. Los mínimos o toy son de menor tamaño aún que los enanos como Pipo, un caniche canela. Los caniches, considerados los más inteligentes, solo por detrás de los border collies, integran el conjunto dominante, por lo que son frecuentes, por ejemplo, los juegos de Leo con Reina, también de pelo rojo, aunque abunda la tonalidad apricot, que es la de la pequeña Pipa y la de Ben, Gus y Melo, y canela, en el caso de Rayo y Menby. Los chihuahuas están representados por Coco, Bambi y Bruno, negro este último. seguramente el abuelo de todos. Spring, Tini y el veterano Lucas son bichones, Coqui es un shih tzu blanco y negro y Bimba un mini pincher marrón. La comunidad no es exclusiva, y alguna vez pasea Bruce, un joven galgo, y hasta puede verse a Valentina, una impresionante afgana, posiblemente la raza más hermosa.

Los potenciales asociados del colectivo se van conociendo por medio de sus mascotas. Ni siquiera preguntan por ellos mismos, porque tal vez lo consideran un asunto menor, sino por el de sus pequeños acompañantes, y las conversaciones giran en torno al peso (el de sus perros), alimentación, salud, comportamientos o aprendizaje. Los perros toy están de moda, la demanda supera ampliamente a la oferta y, como consecuencia, se han elevado los precios y se retrasan los tiempos de entrega. Aunque hay razas más asequibles que otras, un caniche toy rojo, uno de los más solicitados, puede costar entre mil quinientos y tres mil euros en un criadero solvente y la espera puede llegar a los dos años. Por ello, cuando vemos pasear a los perros mínimos de raza no solo contemplamos al compañero ideal, amigo cierto y único sostén para combatir la soledad, en ocasiones, sino el desfile de miles de euros.