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Vaya por delante toda mi repulsa para los encapuchados del culo de Malasaña, aunque tales encapuchados no hayan existido, pero por si acaso. Tal atentado, en caso de que se hubiera cometido, es un claro ejemplo de delito de odio en la modalidad de orientación ... sexual e identidad de género que merece más dosis de odio, siempre que se admita, como ocurre con las agresiones, que los odios tengan el atenuante de la legítima defensa, porque, ahí va mi duda primera, ¿es delito odiar a los que nos odian?

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eldiariomontanes Con el culo al aire