Secciones
Servicios
Destacamos
La suerte sí que existe. Tú juegas a la lotería y tienes una probabilidad entre un millón de ganar: es la forma que tienen las matemáticas de decirte que algo no va a suceder, luego es de necios apostar con estas condiciones. Sin embargo, hay ... un tío que acierta, y gana. ¿Cómo lo llamamos a esto? Pues buena suerte. Y si existe la buena suerte, también la mala suerte. Hay una probabilidad entre un millón de que te acierte un rayo en la coronilla, pero un día vas paseando por la playa y te fríe un relámpago. Ningún dios maquiavélico te ha colocado debajo del rayo para echarse unas risas. Uno dirá que tú te labras tu propia suerte, con esfuerzo y demás. Sí. Pero el que tiene un golpe de buena suerte se salta la mitad de los peldaños, o llega a un sitio al que tú no vas a llegar nunca. Luego hay un tipo de suerte a la que le gusta el dinero, es antojadiza, y también un tipo de mala suerte al que le gusta la debilidad, la pobreza, aunque eso no creo que sea suerte.
Yo me considero un tipo con suerte. Vale que estoy diagnosticado de ELA, una enfermedad cruel, arbitraria y caprichosa. Pero sigo pensando que tengo mucha suerte. Sólo que agoté mi suerte. Toda la que tenía disponible para una vida, me la pulí antes de tiempo. En la inmensidad del tiempo y el espacio, yo coincidí hace casi treinta años con una persona única de la que nunca me he separado. Por puro azar. Por un tipo de suerte maravillosa. Incluso cuando no tenía nada, con ella siempre lo tuve todo. Así que moriré siendo un tipo con suerte.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.