Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando vemos una película, leemos novela, poesía o nos acercamos a cualquier tipo de contenido, supongo que buscamos una emoción, que nos hagan sentir algo, que rebusquen en nuestro interior y pinchen donde haya sensibilidad. Para obrar ese prodigio debe haber verdad. Que todo encaje ... y la mezcla no chirríe por ningún lado, si no, se rompe la magia. Y aparece la indiferencia. Dicho esto reconozco que me gustan los vídeos de perros sarnosos abandonados que alguien recoge para acabar rehabilitando. Habréis visto alguno.
Un tipo de una protectora o uno que pasaba por allí se acerca a un perro que está en las últimas, cargado de pulgas, sin pelo, un esqueleto que se arrastra más que anda, que le falta algún ojo o los tiene casi cerrados por las legañas, con heridas sanguinolentas y costras por todo el cuerpo. Y no pasa de largo. El animal puede que demuestre fiereza al principio, en sus ojos años de abandono, maltrato; unos no conocieron otra cosa, otros sí tuvieron una época más feliz, pero tuvieron que enfrentarse perplejos a la crueldad humana.
Se les ofrece comida y ahí todos ceden, un gesto olvidado o desconocido, un humano amable, una caricia con el dedo y ya está. No hay fuerzas para luchar. Hay que confiar. Una jaula con una manta. Seguridad, orejas caídas. Y la siguiente imagen, un baño reparador. Comida abundante, el sueño perruno. Y luego el pelo empieza a crecer. Las patas recuperan fuerza. Y en nada se le ve jugando, feliz como un niño; su pelo es largo y brillante y corre con rapidez dando lametones de gratitud a todos. Y sí, yo ahí veo emoción. Verdad. Y si además estás tocado sientes empatía. Te sientes como un chucho malherido esperando una segunda oportunidad. Y te llega al alma.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.