Las movidas de Mbappé

Y resulta que a algunos no ha gustado eso. Calladito estaba más guapo. En un país en el que todo dios opina de todo a todas horas y en todas partes, y es bueno que siga siendo así, Mbappé debe cerrar el pico. Porque claro, no hay que mezclar fútbol y política. Es difícil afirmar esto último sin que se te escape una sonrisilla, sobre todo viendo el palco del Bernabéu lleno de periodistas, jueces y políticos; pero algunos lo afirman. Otros dicen que es fácil hablar de diversidad desde una mansión aislada del mundo.

Sin embargo, lo realmente fácil para él hubiera sido cerrar la boca, o bien abrazar a los extremismos que plantean recortar servicios públicos para bajarle a él sus impuestos, que es lo que hacen muchos de sus colegas futbolistas. Pero él no ha olvidado de dónde viene. Y tiene el mismo derecho a reivindicar sus movidas que cualquier cantamañanas. Nos gusten o no.