Dificultades sin recesión

EDITORIAL ·
La consulta de El Diario Montañés a 27 empresarios y asociaciones sobre sus expectativas para 2023 recoge una generalizada confianza en la propia capacidad de muchas compañías

Editorial .

Domingo, 22 de enero 2023, 09:12

El térmómetro empresarial de El Diario Montañés, la consulta a 27 de los principales empresarios y asociaciones cántabros sobre sus expectativas para 2023, recoge una mezcla de opiniones acorde a la diversidad de situaciones, con algunos denominadores comunes en lo que se refiere a peticiones ... a las administraciones. En el lado positivo, hay que destacar la gran voluntad de resiliencia y confianza en las propias capacidades por parte de muchas firmas, algunas de las cuales se muestran abiertamente optimistas. Asimismo, se comparte una cierta sensación de que lo peor en relación con la inflación se habría dejado ya atrás, y que ahora nos hallamos en camino de reducción y estabilización. En conjunto, se desprende la idea de que la temida recaída en una fuerte recesión no se producirá, sino que se dará un primer semestre algo más difícil, y después un segundo semestre más halagüeño, aunque sobre esto los augurios resultan menos seguros, entre otras cosas por la impredecible evolución de la guerra en Ucrania.

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En el lado negativo, es preciso constatar la constante reiteración de unas mismas necesidades: reducir las cargas burocráticas de la vida empresarial y con ello los tiempos de espera en la implementación de grandes proyectos; adecuar la formación profesional a los perfiles que nuestras empresas demandan; mantener unos niveles de inversión pública dinamizadores y, en relación con esto, agilizar el flujo de fondos europeos, cuyo retraso está causando ya notable preocupación en el empresariado. Igualmente, la incertidumbre, referida a los precios, a decisiones políticas en un año de múltiples elecciones, al contexto internacional, a la capacidad de endeudamiento de hogares y empresas en un escenario de tipos de interés más elevados, llama a mantener la cautela.

Forma parte de la vida de toda empresa la formulación de planes anuales, encuadrados en estrategias a medio y largo plazo. En circunstancias de acelerados episodios críticos, esa planificación se torna más complicada, ya que empiezan a cobrar relevancia causal factores que están fuera del alcance de los agentes empresariales y que no son previsibles. Quién sabe, por ejemplo, si una entrega masiva de tanques a Ucrania podría conducir a una mejora o, por el contrario, a un empeoramiento de la situación geopolítica y económica. O cómo puede afectar la evolución del covid-19 en China al resto del globo comercial. Y cuáles serán los efectos en normativa y planes presupuestarios de los comicios municipales, autonómicos y nacionales que deben celebrarse este año para renovar ayuntamientos, parlamentos regionales y Cortes.

La política keynesiana de dinero barato (por inyección de liquidez del BCE más la implementación de varios fondos UE de mayor cuantía en ayudas directas y préstamos blandos) y de no restricción presupuestaria mantiene desde 2020 en las economías europeas una expectativa de recuperación y de crecimiento. Es posible que esto perdure un tiempo más, pero finalmente (no sabemos en qué fecha ) el euro volverá a requerir estabilización y pactos sobre deuda y déficit, y los tipos de interés habrán de ajustarse a las políticas antiinflacionarias. Es decir, toda la base puramente cuantitativa de la vida empresarial actual se verá mermada en un plazo no muy largo. De ahí la importancia de las reclamaciones cualitativas: simplificación administrativa; incentivos a la inversión; apoyo a la innovación; un gran cambio adaptativo en formación; buscar la eficiencia de las inversiones y los servicios públicos; y una correcta programación de procesos tan importantes como la transición energética. Por todas estas razones, 2023 puede ser un año en que se mezclen, sin dirección clara, tendencias favorables y desfavorables, con desigual incidencia según los sectores. Pero esto nuevamente habla en beneficio de una gestión de calidad, tanto privada como pública.