![Una EBAU para todos](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202107/10/media/cortadas/65959041--1248x1488.jpg)
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Venía yo cavilando, de vuelta ayer a casa, sobre esas noticias que genera cada año la temida prueba de la EBAU y que dejan su huella indeleble en la prensa. Suelen ser siempre las mismas, como si en las redacciones hubiera ya una plantilla que ... rellenar, cambiando solo algunas palabras: «Una pregunta sobre tal y tal de Historia abre la prueba de la EBAU»; «Nervios antes de entrar al aula»; «Un total de tantos miles de alumnos busca plaza en la Universidad», y otras semejantes.
Pero este año llamome la atención una noticia diferente: la de que algunos rectores planteaban la posibilidad de avanzar hacia una EBAU única para toda España. La iniciativa no puede parecerme más razonable. Desde el curso 1991/92 funciona en nuestro país el llamado distrito único. Antes, cada universidad tenía su propio distrito: te examinabas en el de una y te matriculabas en alguna de sus facultades. Eso sí, en algunas comunidades con varias universidades, como en Andalucía, había una especie de federación de distritos, de suerte que un alumno, pongamos de Cádiz, debía hacer la prueba en Cádiz, pero podía matricularse en Sevilla, Málaga, Granada o en cualquier otra universidad andaluza. El actual distrito único funciona igual, pero con la ventaja de que ahora te examinas en León, por ejemplo, pero puedes solicitar plaza en cualquier otra universidad española. Esto viene muy bien cuando tienes una vocación muy definida y pretendes entrar en una facultad en la que, sin embargo, no tienes plaza, porque otros han obtenido mejor nota que tú; entonces, puedes solicitar plaza en esa carrera, pero en otra universidad. Con un poco de suerte, podrás cumplir tu sueño.
El caso es que la misma ventaja del distrito único puede provocar una doble injusticia, a resultas de nuestro caos educativo. Por un lado, está el hecho fehacientemente comprobado de que la EBAU es más fácil en unas comunidades que en otras y que las notas globales son más altas en ellas. Es más, se da la circunstancia de que, si comparas los datos del informe PISA con los de la EBAU, las comunidades peor colocadas en aquel obtienen son las que obtienen los mejores resultados en esta. Esto implica que alumnos, digamos, menos preparados de una comunidad con una EBAU «fácil», tengan, sin embargo, mejor nota de acceso que otros de otras comunidades con EBAU «difícil» y, en consecuencia, ventaja en estas para escoger plaza en las facultades y carreras más apetecidas, especialmente si tiene recursos. Y, por otro lado, esas diferencias hacen también que un alumno, digamos, perjudicado por un bachillerato y EBAU más difíciles, no solo pueda no estudiar la carrera apetecida en su comunidad, porque otros de fuera con mejor nota hayan copado las plazas, sino que tampoco lo consiga en otra comunidad por falta de recursos: ni siquiera las becas pueden paliar esta situación.
Conque la idea de una EBAU única para una universidad española con distrito único, no solo me parece deseable, sino razonable y de pura justicia social. El problema, sin embargo, para su implantación es de orden político, que no siempre atiende precisamente a la razón ni a la justicia. Como que la actual ministra ya ha declarado que no se plantea semejante unificación, porque supondría «un empobrecimiento», al no tener en cuenta las peculiaridades de cada comunidad. Entiendo que lo que la ministra denomina «empobrecimiento» es, en realidad, consecuencia de la «diversidad» política española. En efecto, desde hace años, las comunidades tienen derecho a diseñar, con amplio margen, sus propios itinerarios académicos, desde la ESO hasta el Bachillerato. Así, una comunidad puede decidir que un alumno tenga cinco años de segunda Lengua Extranjera y otra que tres; o una, que dos años de Música, y otra que uno o ninguno; o una puede programar dos años de Economía obligatorios y otra ninguno o hacerlo de modo que sea optativo el cursarla. Es un decir..., pero permite mostrar que el auténtico empobrecimiento de la educación en España reside en que coexisten 17 sistemas educativos diferentes con solo unas pocas bases comunes.
Pues qué bueno sería que incluso sobre esas pocas bases comunes se asentara una EBAU común para toda España, aunque luego hubiera que atender a las particularidades de cada comunidad. Viendo, sin embargo, lo difícil que es hablar de cosas comunes en un país que favorece justo lo contrario, como si en la diferenciación radicara alguna quintaesencia que te permitiera vivir mejor, me temo que esa EBAU única, creo que más justa, es una quimera.
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