Cantabria cambia de ciclo

La coalición gobernante de los últimos ocho años ha acusado el desgaste de la tardanza en la realización de muchas y grandes promesas, lo que ha originado la desafección de buena parte de la ciudadanía, especialmente hacia el regionalismo, precisamente porque este aparecía como socio sénior y principal responsable. Su descalabro es inapelable. Asimismo, el malestar en servicios públicos como la sanidad, parece haber pasado factura a los partidos de la coalición. La derrota, sin embargo, tiene un sentido diferente para el PSC-PSOE y para el PRC. Los socialistas quedan sentenciados a una legislatura en la oposición. Su única opción de tocar poder ha sido casi siempre el resultado regionalista y, al fallar este, las posibilidades de gobernar se desvanecen. En cambio, el PRC cuenta con la hipótesis aritmética de una coalición con el PP, una experiencia que se cortó abruptamente hace 20 años al ofrecer el PSOE de Rodríguez Zapatero la presidencia cántabra a Miguel Ángel Revilla, aunque había quedado tercero en las urnas. El acuerdo con los populares permitiría además a ambos una arrolladora presencia en el mapa municipal cántabro. En contra de esta opción juegan la inercia de 16 años de coalición con el PSOE y la complejidad de desdecirse de cierto triunfalismo de la campaña en cuanto a logros de la relación con los socialistas. A favor de ella, el hecho de que la sucesión de Revilla sería más cómoda ocupando parte del Gobierno de Cantabria que en el frío de cuatro años de oposición.

La materialización de este supuesto no depende ahora de los propios regionalistas, sino del PP. Su decisión a la hora de optar entre un acuerdo con Vox o uno con el PRC no es fácil y presenta para ambos casos numerosas aristas y consecuencias no deseadas, que deberá poner en la balanza. El nombre del momento, por primera vez en dos décadas, ya no es el de Miguel Ángel Revilla, sino el de María José Sáenz de Buruaga, que previsiblemente se convertirá en la primera mujer en alcanzar la Presidencia de Cantabria, tras haber sido en 2011 vicepresidenta en el primer gobierno paritario de la historia de nuestra comunidad.

En cuanto a las elecciones municipales, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, sale completamente reforzada, así como Vox en menor medida, mientras que sus rivales principales, el socialista Daniel Fernández y el regionalista Felipe Piña, obtienen resultados decepcionantes. La izquierda sumará otros cuatro años a los 44 que lleva en la oposición municipal. En Torrelavega y otros ayuntamientos se ha reflejado el claro desgaste de las coaliciones hacia la izquierda de 2019 y han quedado escenarios más abiertos, que deben concretarse en los próximos días en fórmulas de gobernabilidad.

Buruaga, Igual y el PP surgen, así, como grandes triunfadores de la cita del 28M en Cantabria, mientras que Revilla y el PRC reciben un evidente varapalo, que reclama un proceso de reflexión y transformación.