El Gobierno se pone deberes

Entre ellas se encuentra el inminente derribo de la Residencia Cantabria para dar paso a un Parque Científico y Tecnológico de la Salud; las deducciones en el IRPF para atraer población e inversiones; la ampliación de las ayudas al alquiler de vivienda; inversiones en comunicaciones y en infraestructuras turísticas en Alto Campoo, el tobogán alpino de Cabárceno y el teleférico de Vega de Pas; la posibilidad de que los ayuntamientos limiten los pisos turísticos; y, entre otros asuntos, las negociaciones con inversores privados cercanas a los 5.500 millones de euros que crearían, de concretarse, dos mil nuevos empleos directos en la región.

Defendió Buruaga lo que denominó un «cambio en curso» e incidió en medidas ya conocidas, como las actuaciones en Sanidad, la simplificación de los trámites administrativos, así como la defensa de una estación intermodal en la Pasiega que dé sentido pleno al gran proyecto logístico de Cantabria. Aspira a continuar el Gobierno en minoría, con apoyos concretos en determinadas propuestas.

El PRC, principal valedor de los populares, que permitió su investidura y los primeros Presupuestos, ha discrepado del balance ofrecido, y su portavoz, Pedro Hernando, ha dado un plazo de tres meses para que decisiones como los planes de inversiones plurianuales de los municipios se concreten, antes de retirarle el respaldo. El PSOE, a través de Pablo Zuloaga, además de desmentir los logros expuestos, ha propuesto acuerdos al Ejecutivo que se concretarían en dos frentes: las reivindicaciones al Gobierno central, especialmente en cuanto a inversiones y financiación autonómica, y en las políticas encaminadas a favorecer el acceso a la vivienda. Vox, finalmente, ha negado por medio de Leticia Díaz cualquier cambio para lo que describe como continuidad de los errores de los Gobiernos PRC-PSOE.

En todo caso, las 97 propuestas de resolución aprobadas por la Cámara recogen prácticamente todas las del PP, junto con otras del resto de los grupos. Los 36 anuncios y medidas de Buruaga conforman así una lista de deberes para el Ejecutivo regional, y que en líneas generales no ha sido especialmente cuestionados por la oposición. El Gobierno ha de aplicarse a fondo e imprimir velocidad a sus actuaciones para conseguir llevarlos a término. Dado que las distintas consejerías caminan a ritmos diferentes, el nivel de ejecución de las tareas será en los próximos meses un buen baremo para medir el cumplimiento de cada una de ellas y, si fuera preciso, el indicador de que determinados departamentos necesitarían un ajuste para afrontar la segunda mitad del mandato, en la que el pretendido cambio debería ser claramente visible.