Primero la controversia política se centró sobre el servicio de basuras, que cada vez se complicó más, luego se perdieron 623.000 euros de fondos europeos, más tarde no ha habido manera de aprobar los Presupuestos y ahora la discusión está servida sobre la integración ... ferroviaria. Gema Igual es una candidata sólida para ganar las elecciones en Santander en 2023 y mantener la principal alcaldía de Cantabria en manos del PP, pero la legislatura se le está haciendo larga, como celebran con sonrisas maliciosas los grupos de la oposición, que a veces son todos, incluidos sus socios actuales de Ciudadanos y los que puedan serlo en el futuro como Vox.
Hasta hace poco tiempo, el asunto de la limpieza y la recogida de basuras era el más recurrente en el debate municipal, con una trascendencia quizá similar al que tuvo el Metro TUS en la anterior legislatura. Entonces, la alcaldesa Igual acertó a rectificar el criterio antes de las elecciones. Ahora intentó arreglar el problema con la readjudicación del servicio a otra empresa, pero el nivel de calidad todavía no es suficiente y la polémica política no sólo persiste, sino que se ha enrevesado. Para empezar, con las acciones judiciales emprendidas por el Ayuntamiento para evitar la comisión de investigación que reclaman los grupos opositores en la que se proponen indagar sobre los pormenores del contrato del servicio con la anterior adjudicataria, Ascán, incluida la participación de Íñigo de la Serna, el anterior alcalde de Santander hasta que Mariano Rajoy le nombró ministro de Fomento en 2016.
Al PP no le sale gratis el pleito para frenar la investigación. Por ejemplo, no ha podido aprobar en tiempo y forma los Presupuestos del ejercicio en curso, los más importantes del cuatrienio por ser este el año preelectoral, lo cual le puede impedir o al menos dificultar la tramitación y puesta en marcha de los proyectos que no estén ya adjudicados.
El año pasado, la abstención del único concejal de Vox, Guillermo Pérez-Cosío, facilitó la aprobación de las cuentas a cambio de unas modestas contrapartidas. Pero esta vez el edil del partido de Abascal no se lo va a poner tan fácil a Gema Igual y a su equipo de gobierno. No al menos hasta que desistan de resolver en los tribunales el asunto de la investigación de las basuras y de que se depure a los responsables de la pérdida, definitiva a provisional, de 623.000 euros procedentes de los fondos europeos.
Este es otro serio problema que se suma a la discusión política de Santander. El error cometido traslada una imagen de incompetencia y/o desidia francamente sonrojante, que en esta ocasión apunta directamente a la parcela de Ciudadanos, pero que afecta también a la alcaldesa Igual, como máxima responsable de toda la gestión municipal.
La penúltima controversia tiene que ver con la integración ferroviaria de Santander que da lugar al enésimo desencuentro entre el PP de Gema Igual y su socio, Ciudadanos, con Javier Ceruti al mando, una constante en la legislatura desde que el portavoz naranja asumió a regañadientes el pacto de gobernabilidad.
El trance ferroviario crea extraños compañeros de viaje. El PP de la alcaldesa apuesta por el proyecto que maneja la empresa pública Adif, sin grandes pretensiones inversoras pero más inmediato, o sea, con las elecciones a la vista, y los dos partidos principales de la oposición, PSOE y PRC, se suben al carro por la obediencia debida al Gobierno Sánchez. Al otro lado, Ciudadanos y Vox, que no se tragan, coinciden esta vez en postular un proyecto más potente en lo funcional y en lo urbanístico, como los de Bilbao, Oviedo u otras capitales, pero a más largo plazo. El asunto promete un largo e intenso debate político y ciudadano. Ceruti invoca el clamor vecinal, sube la tensión y coloca otra vez a la alcaldesa en el disparadero.
Demasiados frentes abiertos a sólo catorce meses de las urnas. Gema Igual está en buena posición para repetir victoria en las urnas, si no es con una difícil mayoría absoluta, sí en condiciones de pactar para seguir con el bastón de mando. Pero en el último tramo de la legislatura se le acumulan los conflictos. Los adversarios, a la expectativa. El PSOE, principal partido de la oposición, con el diputado nacional Pedro Casares al frente en un nuevo mandato orgánico, vuelve a proclamar el objetivo del cambio político después de 44 años de la derecha en el poder municipal, pero todavía no está claro quién estará en el cartel electoral. Y en las demás siglas tampoco.
En el PP municipal cierran filas con Gema Igual. Creen que estas polémicas no interesan gran cosa a los ciudadanos, que respaldan mayoritariamente a su alcaldesa. En el oficialismo de Buruaga no faltan las suspicacias por las reservas de Igual sobre su posición en el próximo congreso regional del partido. Lo que vienen a decir es que ella ya tiene bastante con defender en las urnas la vital plaza de Santander, porque meterse en las guerras internas del PP no sólo no le va a dar votos sino que puede quitárselos.
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