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¿Cómo es posible que la mayor infraestructura en marcha en Cantabria, el nudo de Torrelavega, lleve casi dos años parada con el visto bueno de Revilla?
¿Por qué después de un periodo anterior de incorporación de 75.000 m2 del Puerto de Santander ... para disfrute de los santanderinos, en esta legislatura la coalición PSOE-PRC ha secuestrado todos los terrenos (Varadero, Barrio Pesquero, Gamazo, etc.) para evitar su cesión a los vecinos?
¿Por qué en la implantación ya acordada del Reina Sofía a Santander Revilla se niega a apoyar al Ayuntamiento y a los santanderinos?
¿Qué motivó que el Plan de Cercanías ferroviario, con un programa de actuaciones urgentes y consignación presupuestaria se guardara en un cajón sin una sola actuación en cinco años y ahora el Gobierno PRC-PSOE aplauda un panfleto que no tiene ni un solo compromiso temporal?
¿Es posible que la integración de espacios ferroviarios en Santander, con un Estudio Informativo que dejamos aprobado y que otorgaría al municipio el mayor espacio verde del sur de la ciudad, se haya bloqueado sin argumento alguno?
¿Por qué motivo, la Demarcación de Costas, que siempre colaboró con obras en la ciudad de Santander, lleva 5 años sin invertir ni un solo euro en salvar nuestras playas, que es su competencia y obligación principal, con el beneplácito del presidente regional?
¿A quién beneficia el hecho de que los trenes proyectados para Cantabria no quepan en los túneles para que los Gobiernos Central y Regional lo hayan tapado, nada más y nada menos que durante dos años, hasta que lo descubrió un medio de comunicación?
Estas preguntas, y otras muchas que afectan a las infraestructuras en Cantabria, tienen para muchos una explicación evidente: la conjunción del Sanchismo con la incapacidad manifiesta de nuestros máximos representantes regionales, el presidente Revilla y su Director de Transportes ambos candidatos al Gobierno y al Ayuntamiento de Santander.
Yo no opino lo mismo. Es imposible que semejante cadena de despropósitos, única en nuestra historia y en nuestro país, se produzca sin que exista una perfecta coordinación, complicidad y acuerdo entre Sánchez y Revilla, Revilla y Sánchez.
Creo sinceramente que nuestra Comunidad Autónoma merece otra cosa. Personas serias, responsables y trabajadoras que nos devuelvan el orgullo de pertenecer a una tierra con oportunidades, atractiva para la inversión exterior, en la que industria vuelva a resurgir de su declive actual, con empresas tecnológicas y energéticas punteras que se sientan respaldadas y un sector primario que recupere el apoyo que siempre tuvo.
Precisamente, el PP de Santander ha demostrado que la gestión de los recursos públicos puede llevarse a cabo de manera distinta, generando actividad económica y empleo, con el mejor proyecto cultural en construcción de todo Europa (anillo Centro Botín – Reina Sofía – Faro Santander), destacando a nivel nacional por sus bajos impuestos y con infinidad de actuaciones de transformación que han mejorado la calidad de vida de los santanderinos. Y todo, a pesar de que sus socios de gobierno han intentado sistemáticamente obstaculizar cualquier avance. De ahí la importancia de disponer del apoyo ciudadano suficiente para evitar que otras formaciones se conviertan, con uno o dos concejales y a veces sólo por caprichos personales, en un freno para el progreso de la ciudad.
En materia de infraestructuras públicas, es difícil enumerar todas las inversiones que, de no haberse producido la moción de censura contra Mariano Rajoy, hoy serían una realidad. Pero lo cierto es que con la autovía Burgos-Aguilar, el tercer carril Santander-Torrelavega, el enlace de Raos, el desfiladero de la Hermida, el nudo de Torrelavega, el plan de cercanías ferroviarias, entre otras muchas, que hoy estarían totalmente acabadas y el AVE a Cantabria, junto con las integraciones en Torrelavega y Santander, a punto de finalizarse, nuestra tierra sería distinta. Sánchez y Revilla no quisieron que fuera así.
Otro capítulo aparte merece la nueva Ley de Vivienda aprobada por Sánchez y Revilla que posibilita que a los propietarios se nos puedan expropiar nuestras casas, pero que defiende sin vergüenza a quienes nos las ocupen. El debate de candidatos en Santander fue muy esclarecedor. A la pregunta de cuantas viviendas sociales son necesarias (teniendo en cuenta que en los últimos 15 años el Gobierno Regional, que es quien tiene las competencias, no ha construido ninguna y el Ayuntamiento de Santander 1.200), las respuestas de los candidatos por los principales partidos de la oposición fueron asombrosas. El del PSOE había dicho que en la Remonta ninguna, pero en la misma semana Zuloaga dice que 1.500, Sánchez que 257, él en su programa que ninguna y en el debate dice que igual 257. Espectacular. El candidato del PRC fue más concreto. No tengo ni idea, dijo.
La razón de semejante frivolidad en un tema tan relevante es muy simple: da igual la vivienda, las infraestructuras y el resto de asuntos. Lo verdaderamente importante es saber si consiguen la suma, contra el PP, entre PSOE, PRC, Cs, Podemos e Izquierda Unida, que han contado con el inexplicable apoyo de Vox en Santander, para desgobernar a toda costa. El camarote de los hermanos Marx.
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