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Andaba uno esta semana tan a lo suyo que la campaña electoral me pilló de improviso; bueno, más bien lo que casi me pilla fue ... un autobús municipal. Pasó ante mi ojos como en la cortinilla de aquella serie de los noventa, solo que en vez de Carrie Bradshaw la que aparecía en el bus urbano era una candidata a las elecciones municipales. Enorme, majestuosa… y, qué curioso, incluso hasta más joven que en anteriores campañas.

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