Sánchez y su lugar en la historia

Sánchez puede estar cansado de la política y enamorado de su mujer, pero eso no significa que no tenga un plan que le beneficie. Podría ser el siguiente: el lunes comunica muy dignamente que renuncia a la presidencia, el PSOE le convence de que siga y plantea una cuestión de confianza. En ella hace un discurso sobre la dignidad y humanización de la política, las líneas rojas de la intimidad, la crispación… Más de medio hemiciclo le aplaude y el rey lo ratifica. Los medios afines culminan su trabajo de aglutinar a la derecha y ultraderecha como una amenaza potencialmente golpista. Como consecuencia, mejoran las ya buenas expectativas para las elecciones catalanas y deja todo bien enfocado para las europeas de junio.

Sánchez no está cansado, está de subidón tras el éxito de las elecciones vascas. Si todo le sale bien, en un año estará disfrutando de un gran cargo en Europa, ennobleciendo la política, enamorado de su mujer y buscando lo que de verdad le preocupa: su lugar en la historia.