Pechos y derechos

La inmensa mayoría de la sociedad no percibe esa contienda que viene pregonando el feminismo radical, pero vaya por delante que puestos a elegir, prefiero sin ninguna duda pechos desnudos que bombas y misiles. Con todo, como hijo de una mujer que me crió sola en tiempos muchísimo más difíciles que éstos para ellas; como marido de una mujer trabajadora, y como padre de dos hijas, no tengo claro que mostrando los pechos vayamos a avanzar.

Cierto es que queda mucho por hacer aún en materia de igualdad, pero son precisamente los políticos, que tanto hablan del asunto, los que han de legislar en esa línea. Sin embargo, todo se queda en palabrería barata, mientras la testosterona se impone en el ruedo político, en no pocos casos a costa de relegar a compañeras de partido más válidas que el número uno. Repase la nómina de líderes nacionales. Solo hay una mujer, y acosada continuamente por quien la precedió como líder.

En Cantabria, sin que tengamos noticias de loa o celebración por parte de ese feminismo radical 'en guerra', vamos por delante: tenemos Presidenta del Parlamento, Presidenta del Gobierno regional, Alcaldesa de Santander, y otras 14 regidoras. Y sin enseñar las tetas.