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La furgoneta de la Policía Nacional quedó completamente destrozada en el atentado. Andrés Fernández
Ni queremos, ni debemos olvidar
32 años del atentado de ETA en la Albericia

Ni queremos, ni debemos olvidar

Lunes, 19 de febrero 2024, 07:11

Un estruendo potente y seco interrumpió la concentración de los redactores en sus pantallas. El ordenador se elevó unos centímetros de la mesa y volvió a caer, al mismo tiempo que una nube de polvo y yeso desde el techo. Un silencio sepulcral reinaba en ... la calle. A los pocos pasos, un pedazo de neumático anunciaba el dantesco espectáculo de unos metros más allá, a la altura de la tienda-bar de Remigio. Una furgoneta policial destrozada, abrasada, oxidada, como si hubiera pasado décadas en un desguace. Parecía increíble que sus ocupantes hubiesen podido sobrevivir. Otras tres personas que pasaban por la zona no tuvieron tanta suerte. Tres muertos y una veintena de heridos. Y pudo ser aún peor, porque a escasos metros llegaba el autobús, que tenía la parada en ese lugar. Justo cuando tomamos conciencia de lo que había sucedido, llegó el primer coche policial.

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