Revilla prefiere a Bildu

Después de cientos de discursos, durante décadas, defendiendo la unidad de España y condenando los nacionalismos y el separatismo, el llamativo rechazo a la extrema derecha por parte de quien fue un destacado líder falangista, le lleva a preferir a nacionalistas que proclamaron la independencia, un partido liderado por un prófugo de la justicia –Carles Puigdemont– y los herederos del terrorismo etarra. Esos que esta semana rendían homenaje a cuatro terroristas muertos el siete de agosto de 2000, cuando explotó en Bilbao la bomba con 25 kilos de explosivos que portaban en su coche. El partido de un Otegui que ha proclamado tras las elecciones que es la ocasión para romper España.

Quienes hemos tenido que cubrir informativamente algunos de los 46 atentados en nuestra región perpetrados por la banda ETA, con un saldo de cinco muertos; quienes hemos vivido la explosión de una bomba a 30 metros de casa –La Albericia, 1992, tres muertos, 21 heridos– e intuyo que los familiares y víctimas de esa barbarie en suelo cántabro, tenemos claro con quien no iríamos a ninguna parte, en ninguna situación, jamás.

Que una formación política como Vox plantee objetivos retrógrados, tan populistas, irreales e inaplicables en el siglo XXI como otros tantos de la extrema izquierda, en modo alguno justifica 'blanquear' a asesinos.