El juego autonómico

Si a ello le unimos que Cantabria, La Rioja y Extremadura tienen hasta 700 euros más de financiación por habitante anualmente que esas regiones que señalábamos, es fácil de entender que la negociación de un nuevo sistema está al caer. Elementos sacados de la chistera en el debate como el de un ingreso mínimo autonómico para cubrir los gastos fijos del modelo y reformular la población ajustada favorecerán a las Comunidades más ricas y perjudicarán a Cantabria, siendo la llave que podría derogar la famosa regla del 'statu quo'.

Así, nos hará retroceder décadas en cuanto a capacidad de financiar nuestras competencias e introducirá estrés en unos servicios públicos afectados por incrementos exponenciales de la demanda en esta fase posvacuna covid. Alguien dirá que para eso está el recurso a la deuda, pero con un 26,4% del PIB como estamos en la región este comodín tiene límites. Por ello, sin olvidarnos de las Comunidades forales, no queda otra que armarse de más poder negociador, cifras y argumentos técnicos ante lo que viene. No a desigualdades intolerables.

Podemos instalarnos en el «ya veremos», pero como decía aquella fábula es mejor ser hormigas y hacer los deberes antes, pues otras regiones señalan nuestra sobrefinanciación.