Trabajar como chinos
Hic sunt dracones. ·
Cuanto más rica es una economía, menos autónomos genera. No así en ChinaSecciones
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Hic sunt dracones. ·
Cuanto más rica es una economía, menos autónomos genera. No así en China¿De qué manera trabajan los chinos? Las estadísticas son contundentes: más de la mitad de los 230.000 chinos que viven en España trabajan como autónomos. No sólo es una cifra excepcionalmente grande entre todas las comunidades de extranjeros en nuestro país (el 53% ... de esos chinos en edad laboral están afiliados al Régimen de Autónomos en la SS española), sino que es la única que ha crecido consistentemente desde la crisis de 2008. Hay razones que explican este patrón entre cualquier comunidad china en el extranjero: su gran dispersión por la geografía del país y la adaptación idónea del pequeño comercio que regentan (bazares, fruterías, peluquerías, etc.) o de sus establecimientos de hostelería al modelo de trabajo por cuenta propia. Otra explicación podría ser la dificultad de la comunidad emigrada china (por motivos lingüísticos o socioculturales) de competir con locales o hispanohablantes por puestos como asalariados. Sin embargo, esta elevada opción por la cuenta propia no es exclusiva de su colectivo emigrado. En China, a finales de 2021, el número de autónomos o empresas unipersonales registradas en todo el país había alcanzado los 103 millones, lo que representa dos tercios del número total de empresas registradas. Este autoempleo da trabajo a 276 millones de personas, que representan el 37% de la población activa total. Resulta contraintuitivo que estas cifras se den en la segunda potencia económica mundial. Suele existir una correlación inversa entre la tasa de autónomos y la riqueza de un país, de manera que cuánto más rica es una economía, menos autónomos genera. No así en China.
Detrás de estas cifras extraordinariamente altas de autónomos hay un potente carácter emprendedor y otros factores socioculturales característicamente chinos: el valor del esfuerzo y de la independencia laboral (aspiración a ser sus propios jefes), horarios laborales extensísimos, empleo de parientes, aversión a los créditos bancarios y, a menudo, simultanear, en régimen de pluriempleo, trabajos por cuenta propia con trabajos asalariados. Otra de las principales claves de este fenómeno, claro está, es el papel de la mujer en las empresas chinas individuales, familiares y como autónomas. El milagro económico chino de los últimos 40 años no hubiese sido posible sin la incorporación de la mujer al mercado laboral. No por casualidad, China es el país con el porcentaje más alto de empresarias millonarias hechas a sí mismas. Esto se explica, en buena parte, por el carácter emprendedor de las mujeres chinas, pero también porque la mayoría de las empresas individuales y familiares están orientadas al autoempleo, donde es más fácil conciliar el trabajo con la vida familiar.
Otra razón por la que China produce más empresarios es su gran base económica; es decir, al no haber una red abundante de subvenciones ni prestaciones sociales, más personas deben participan formalmente en la economía. Sin embargo, tras las cifras chinas de autoempleo, existe una cifra negra de paro encubierto, falsos autónomos o autónomos involuntarios ('freelancers' con un régimen de ingresos esporádicos) que representa una reacción a las desventajas estructurales en el acceso al mercado laboral. Por su parte, los estragos de la pandemia han llevado las cifras de desempleo urbano a máximos históricos, por lo que el gobierno chino decidió regularizar la venta callejera y los mercados ambulantes (todavía con mucha implantación en China), lo cual ha creado varios millones de nuevos autónomos. Además, múltiples incentivos estatales han simplificado y abaratado mucho los costes de registro de empresas unipersonales (equivalente a nuestro alta en autónomos), por lo que parte de este reciente aumento podría ser un fenómeno administrativo más que real.
Volviendo a nuestro país, aunque el cliché del 'bazar todo a 100' todavía refleja la realidad mayoritaria del empresariado chino (y, cada vez más, el 'bar de Manolo' de toda la vida es ahora –en realidad– el 'bar de Chen'), el empresario chino opta crecientemente por franquiciar marcas conocidas, la venta mayorista u ofrecer servicios profesionales a sus congéneres. No parecen evolucionar, en cambio, los bulos habituales sobre sus negocios (fraude fiscal y prácticas ilegales) ni tampoco reflejar la realidad pues los chinos afincados en España tienen (mayoritariamente) sus papeles en regla y son generadores netos de empleo fuera de su colectivo sujetándose, como cualquier otro empresario o autónomo, a las mismas obligaciones con la Agencia Tributaria y la SS. Retomando la pregunta del inicio de este artículo: los chinos dedican muchas horas a la actividad laboral pero la cultura del esfuerzo, el espíritu emprendedor o la disciplina son todos rasgos de cualquier trabajo por cuenta propia. Las estadísticas arrojan que los trabajadores autónomos trabajan una media de 10 horas más a la semana (un 25% más) que los asalariados. Concluyendo: más allá de la frase hecha, el estereotipo y el lugar común, los chinos –trabajen donde trabajen–, suelen desempeñarse como autónomos y los autónomos –sean de la nacionalidad que sean– a menudo trabajan como chinos.
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