Secciones
Servicios
Destacamos
Jesús Pindado falleció el pasado lunes. Se ha ido con discreción y elegancia, sus señas de identidad. Su biografía sería un excelente guion para una película o para escribir varias novelas. Lástima que no deje escritas unas memorias, porque en ellas podríamos ver los ... diferentes matices de su vida, de su manera de entender el mundo y de abordar la batalla para sobrevivir en un ambiente hostil.
Nació en Beranga y, sin padrinos, sin apenas ayudas, se trasladó a Santander donde trabajó en diferentes oficios, a una edad en la que otros se estudiaban en las aulas. Decidió afrontar el reto de la vida y se formó hasta obtener dos doctorados universitarios y ocupar puestos de responsabilidad en España y en el extranjero.
Cuando El Diario Montañés iniciaba una nueva etapa, se sumó al equipo que, con ilusión, trabajo y profesionalidad salvó la nave, a punto de zozobrar. Mariano Linares y Jesús Pindado, como coordinadores generales, elaboraron uno de los proyectos culturales más ambiciosos de la región: la elaboración y edición de la Gran Enciclopedia de Cantabria. Una obra que, en ocho tomos, contiene todo el conocimiento sobre la región de forma ordenada y accesible. Un trabajo ciclópeo, culminado sin el apoyo de la informática, en el que se logró aunar las aportaciones de cientos de personas.
La audacia y la inteligencia fueron sus atributos más notables. A Pindado no le asustaba ningún reto. Comenzó a trabajar en Nuclenor, en un puesto subalterno, la empresa que gestionaba la central nuclear de Santa María de Garoña. Durante una parada programada de la central, para su revisión, fue preciso sustituir algunos componentes y surgió el problema de que el material, fabricado en Estados Unidos, estaba considerado de doble uso: militar y civil. Cada día de inactividad suponía graves pérdidas para la empresa. Las gestiones en Washington no avanzaban. Pindado se ofreció a resolver el problema. Sin ser ingeniero, con un modesto nivel de inglés y sin experiencia internacional viajó a Estados Unidos y en un par de semanas logró que se firmara la documentación que permitía el envío del material a España.
Desde ese momento pasó a formar parte del grupo de dirección, con responsabilidades en tareas delicadas como el transporte de combustible nuclear. Terminada su etapa en Nuclenor fue nombrado delegado de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Estados Unidos. Instaló la oficina en la avenida Pensilvania, a quinientos metros de la Casa Blanca. Durante más de una década gestionó con talante diplomático las relaciones comerciales de las firmas españolas con intereses en los EE UU.
Tras su exitoso papel en los Estados Unidos regresó a España, a Cantabria. Prosiguió desarrollando su talento como gestor internacional y consiguió buenos contactos en Rusia, en la etapa de apertura de la ex Unión Soviética al comercio internacional.
Una prueba de su capacidad se demostró en la organización de un viaje a Washington y Nueva York de un grupo cántabro de empresarios y representantes políticos, universitarios, etc. Coincidió con la etapa en la que el actual rey de España cursaba estudios en la universidad Georgetown. La estancia del príncipe de Asturias en Estados Unidos era estrictamente privada y no concedía audiencias ni encuentros. La gestión de Pindado logró que el ahora rey Felipe VI asistiera a una misa en la catedral de Washington y escuchara a la coral Salvé interpretando canciones montañesas y españolas. El príncipe Felipe celebró con la 'embajada' cántabra el día de su cumpleaños. Posteriormente Pindado auspició que el expresidente norteamericano Jimmy Carter fuera la figura central de los actos del centenario de la Caja de Ahorros de Cantabria.
La implicación de Pindado en la cultura regional ha sido absoluta: fue miembro del patronato del FIS, ejerció como jefe de comunicación de la UIMP y apoyó múltiples iniciativas.
Definir los rasgos característicos de Jesús lleva a decir que fue un hombre de audacia inteligente, capaz de asumir retos imposibles y superarlos. Su inteligencia y su capacidad de trabajo le permitieron llegar a metas impensables. También fue un pantagruélico lector que de la misma manera que leía a los clásicos se apasionaba con las nuevas teorías lingüísticas. En Santander deja una biblioteca nutrida y personal, un reflejo de su pensamiento.
En lo personal fue padre de tres hijos, a los que enseñó, protegió y ayudó con su constante presencia. Se casó dos veces… Con la misma mujer, María José, y vivió con intensidad, con la pasión de una persona de firmes convicciones. Cosechó una nutrida gavilla de amigos y rindió culto a la amistad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.