El fin de las mascarillas

Los casos en los que se podría dejar a un lado la mascarilla, según las recomendaciones, son:

–Encuentros entre personas vacunadas.

–Encuentros entre personas vacunadas y otras sin vacunar sin riesgos de enfermedades graves.

–Espacios abiertos y bien ventilados.

El razonamiento es que las personas que han recibido las vacunas tienen un riesgo muy bajo de desarrollar una enfermedad grave, mientras que el riesgo de contraer el virus de alguien que ha sido vacunado también es bajo.

A medida que el despliegue de la vacunación se acelera en todo el bloque, la UE está trabajando en medidas para aliviar las restricciones, incluso en los medios de transporte, para aquellos que han sido inoculados o se han recuperado del virus y, por tanto, se consideran inmunes, mediante la introducción de pasaportes de vacunación.

Los requisitos de comprobación y cuarentena de los viajeros, y de comprobación periódica en los lugares de trabajo, pueden dejar de aplicarse o modificarse para las personas totalmente vacunadas, siempre que no haya circulación de variantes potencialmente resistentes a las vacunas, o que ésta sea muy baja.

Israel y Gibraltar ya han dado el primer paso en la relajación de las restricciones y el retorno a la normalidad. Sus cifras de vacunación están muy por encima de la media de los países europeos, con alrededor de un 60% y un 70% de vacunados respectivamente.

Los israelíes ya pueden salir a la calle sin la mascarilla puesta, ya que su campaña de vacunación ha bajado la incidencia de la enfermedad a unos 25 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, una tasa 10 veces inferior a la española.

En Gibraltar ya no hay hospitalizados por COVID, ni se tiene constancia de casos activos entre los residentes. La mascarilla se sigue exigiendo en espacios públicos cerrados, comercios y transporte público, igual que en Israel, y además se ha eliminado el toque de queda.

Pero sin duda, el mejor ejemplo del éxito de las vacunas frente a la COVID es el Reino Unido. El país ha pasado de encabezar todas las estadísticas negativas de la pandemia en Europa, a presentar una tasa incidencia a 14 días en torno a 40 casos; eso, con poco más del 50% de vacunados con la primera dosis, de AstraZeneca principalmente. La hospitalización por coronavirus ha descendido el 90% y presenta menos de 20 fallecidos al día, en un territorio que cuenta con más de 60 millones de habitantes.

Las previsiones más optimistas indican que, en España, podríamos librarnos de las mascarillas entre agosto, si se cumplen los objetivos de vacunación, y fin de año, si estos se van retrasando. A pesar de la actual escasez de vacunas, el ritmo de vacunación está creciendo; además, se ha incorporado la fórmula de Janssen, y se esperan nuevas aprobaciones muy pronto. Hay motivos para ser optimista.