La matrioshka silenciosa
CANTABRIA POSITIVA ·
Sobre el imaginable contraste, para ucranianos y rusos, entre su vida en la Cantabria veraniega y la situación en sus paísesSecciones
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CANTABRIA POSITIVA ·
Sobre el imaginable contraste, para ucranianos y rusos, entre su vida en la Cantabria veraniega y la situación en sus paísesSupongo que, para la mayoría de los ciudadanos ucranianos refugiados o, sencillamente residentes, en Cantabria debe causar un verdadero quiasma emocional la comparación de esta vida cotidiana del verano santanderino, con ferias, universidades, arte y turistas por doquier, con la crudísima situación que les llega, ... por diversos canales, de su país. También supongo que, para algunos ciudadanos rusos afincados aquí, que tienen acceso a información libre y son conscientes de que sus soldados están destrozando vidas, viviendas, campos y fábricas de un estado vecino, tiene que ser igualmente penoso. Pues además saben que esa agresión le ha costado ya a Rusia cerca de 75.000 bajas y una crisis económica que tendrá consecuencias muy negativas para el pueblo, durante muchos años.
Mientras escribo, una «matrioshka» me mira desde la librería. Es una metáfora: dentro de cada Rusia hay otra Rusia, y así sucesivamente hasta llegar a lo más individual, a menudo un genio, otras veces un mal genio, frecuentemente alguien que se deja llevar. Opciones: callar, huir, cantar en el coro del Kremlin. Si al final Rusia se queda con parte de Ucrania, será a base de haberla destruido, de obligar a millones de personas a dejar sus casas, de imponer una tiranía sobre gentes libres. Esto no se va a perdonar; Rusia no debe hacerse ilusiones. Y cuando se cumpla lo que ella misma ha provocado, el rearme de Alemania, y haya en la cancillería un primer ministro nacionalista, entonces se verá en toda su extensión el analfabetismo histórico de Putin. En los edificios de Cantabria hará un poco más de frío este invierno. Algunas inversiones deberán diferirse para reforzar capacidades militares. Así que quienes están aquí deben decir a los de allí que su Gobierno se equivoca totalmente.
El gran misterio del siglo XX fue cómo un país grande y poderoso como Alemania acabó en manos de una pandilla peligrosísima. Quizá el misterio del siglo XXI sea cómo le ha pasado lo mismo a Rusia. Nadie escarmienta en cabeza ajena: este es el motor de la historia y Marx no lo pilló. El marxismo siempre ha vivido por encima de sus posibilidades filosóficas.
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