Secciones
Servicios
Destacamos
La afiliación a la Seguridad Social superó en abril los 20 millones de trabajadores por primera vez en la historia, mientras la caída del paro en 86.260 personas, 1.416 de ellas en Cantabria, lo sitúa al borde de los tres millones, la cifra ... más baja desde 2008, lo que no impide que España mantenga la tasa más alta de la UE. Además, 698.646 contratos -casi la mitad de los firmados- fueron indefinidos, de forma que la temporalidad empieza a dejar de ser uno de los diferenciales de nuestra economía. La reforma laboral se está mostrando eficaz en la mejora de la calidad del empleo, sin que los cambios que introdujo en ese sentido hayan penalizado aparentemente la creación de puestos de trabajo, como vaticinaban algunos agoreros, aunque haya visto frenado su ritmo en el último mes por los efectos de la guerra en Ucrania.
Los indicadores económicos más recientes se prestan a una lectura ambivalente. El conflicto bélico provocado por Vladímir Putin ha disparado la inflación, contraído el consumo y reducido la actividad, mientras el BCE anuncia una paulatina retirada de estímulos y una subida de tipos que tendrá un especial impacto en España por su gigantesco volumen de deuda pública. En medio de todo ello, el Gobierno se ha visto obligado a reducir drásticamente sus previsiones de crecimiento. Pese a ese cúmulo de señales adversas, el 4,3% esperado para este año -la estimación inicial era del 7%- supone una expansión robusta, aunque retrase la recuperación del precovid. Por contra, el mercado laboral resiste con firmeza hasta ahora. Su comportamiento supera el que correspondería a las proyecciones del PIB, frente a lo que sucedía hasta hace unos meses. La vicepresidenta Nadia Calviño se remitió al impacto de la reforma laboral para vaticinar nuevos progresos en las cifras del empleo. Pero a nadie se le escapa, pese al espectacular ascenso de los contratos fijos, que las normas tienen un efecto limitado sobre él. Sí resultan determinantes la evolución de la economía y su respuesta ante incertidumbres como las que nos acechan.
El mercado de trabajo ha mejorado en abril pese a la guerra y la inflación, lo que resulta muy meritorio. Pero se hace muy difícil suponer que ello marca una tendencia que vaya a sostenerse en lo que resta de año, aunque el sector público contribuya vivamente. Las señales de inestabilidad provenientes del escándalo Pegasus en nada contribuyen a que el Gobierno pueda asegurar una reactivación con más empleo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.