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Hace unos días entré en una de mis librerías habituales a comprarme un libro. El azar me llevó, leyendo las solapas de las novedades, a una obra de Acantilado, 'San, el libro de los milagros', y a un novelista del que no había ... oído hablar, Manuel Astur (Sama de Grado, 1980). Siempre hay un punto de incertidumbre cuando te aventuras ante un libro del que nada sabes, tampoco de su autor. Esta vez acerté. El libro resultó una grata sorpresa. Ambientado en la época actual en el interior asturiano, tiene el mundo rural como territorio geográfico. En este sentido, da continuidad a una línea iniciada por autores como Julio Llamazares con 'El río del olvido', pero con títulos más recientes como 'La tierra desnuda' de Rafael Navarro o 'Tierra de mujeres' de María Sánchez por señalar dos referencias. Representan una aproximación a la España vaciada. Pueblos que se van quedando sin habitantes, los mayores que sobreviven olvidados por los poderes públicos radicados en los centros urbanos, acompañados por vecinos procedentes de la ciudad que compran una segunda residencia para los días de verano o aquellos que tratan de resistir con el turismo de las Casas Rurales. Algunas películas se han sumado a esta corriente desde el lenguaje cinematográfico. 'Tasio' en el País Vasco y 'La vida que te espera' del cántabro Gutiérrez Aragón fueron de las primeras. 'La torre de Suso' asturiana y 'Lo que arde' gallega recientes. «Somos las primeras palabras. Somos los que fuimos y los recién llegados». Así comienza y termina esta recomendable y dura novela que aborda un enfrentamiento entre dos hermanos por la hacienda. Un drama rural, telúrico, entre los mágico y lo poético.

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