Navidad, Navidad ¿'luce' Navidad?

En mi paseo del otro día me llevé un poco de chasco por el contraste existente entre zonas. Me llamó la atención cómo la calle Castelar o el Paseo Pereda tenían una iluminación muy bonita y elegante... y, de repente, se mezclaba con otros sitios en los que parecía que se habían colado retales de luces de las que se ponían en los años 80. Luego, al enfilar Reina Victoria de camino al Casino, había un apagón considerable, después la zona del Casino volvía a estar iluminada y de repente otra vez nuevo apagón hasta el final de El Sardinero, que parecía la boca del lobo. Ah, suena a chiste o a apuesta, pero en la Avenida de Cantabria, al pasar la primera rotonda, había un solitario adorno de luz colgado de una farola. Sí, solito, en plan me sobra uno y «a que no hay huevos para ponerlo solo en...». Aunque en este caso debió ser un «a que no hay luces para ponerlo solo en...» Sea como fuere, ¡'aLUZcinante'!

Entonces, defecto de fábrica por trabajar en una agencia de publicidad, se me encendió la bombilla, por supuesto de led. Pensé que sería una buena idea que se hiciera un gran paseo de iluminación navideña que igualmente empezara en el Ayuntamiento y recorriese todo el camino que va junto al mar hasta terminar en el hotel Chiqui. E incluso que el parque de La Magdalena estuviera iluminado, así como su Palacio, creando un lugar de ensueño para que todos lo disfrutemos en estas fechas. Es probable que alguno de ustedes ya lo haya pensado alguna vez. Incluso también se le habrá ocurrido a algún político, aunque a veces parezca que tienen menos luces, de nuevo siempre de led. Hablarán de presupuesto, pero seguro que se puede rascar de alguna otra cosa o buscar patrocinadores, potenciando así la ciudad más allá de lo que es el verano. Tenemos una de las capitales más bonitas de España y del mundo y habría que invertir más en ella porque se le puede sacar mucho más partido. Para sus ciudadanos, para toda la gente de Cantabria, para los hosteleros, los comercios o las empresas turísticas que podrían hacer de Santander un destino de Navidad espectacular. ¿Por qué no apostar por ello?