Secciones
Servicios
Destacamos
Les dije hace unas semanas que me había comprado una casa en Santander porque definitivamente nos vamos a asentar aquí, ¿verdad? Pues ya les advierto, si no quieren perder diez años de vida, compren directamente una casa que no tenga reforma.
He estado y estoy ... viviendo de alquiler desde hace unos meses para ver si me aclimataba a la vida cántabra y, después de un tiempo conociendo su ritmo, su gente y por supuesto, comiendo rabas y cocidos montañeses cada semana, encontré un pisito cuyo precio era razonable... pero que parecía que por allí había pasado Putin.
Pensé que lo más difícil estaba hecho: encontrar el piso y la hipoteca. Pero no, lo verdaderamente complicado era encontrar quién me hiciese la obra. Desde luego, si estás en paro y quieres dedicarte a la construcción, Cantabria es tu sitio, porque a mí los primeros que contacté me daban de plazo para después de verano y haciéndome un favor.
En Madrid puedes encontrar gente que te haga una obra casi de una semana a otra, pero aquí átate los machos porque algunos ni te cogen el teléfono. El tema de precios es otra guerra porque, precisamente como sobra el trabajo, los tiran con bala. ¿Cómo puede ser que renovar una fontanería con calefacción completa con unos cueste 8.000 y con otros 18.000? Se me olvidó preguntar a los segundos si es porque desde sus tuberías además de agua sale también Coca Cola, gin tonic y whisky irlandés del bueno. ¿Cómo puede ser que un tío cobre por hacer los armarios de la casa entera 20.000 y otro con las mismas calidades 50.000? ¿Acaso el otro incluía un coche de regalo por cogerle las puertas? Bueno, imagino que de regalo para él... Y luego está el desesperante modo de trabajo en el que nunca pierden: si se retrasan un mes es culpa tuya, que tardaste tres días más en elegir un azulejo y ya todo se fue al garete. O del stock, que justo el que elegiste estaba agotado y casualmente es el que llega más tarde. Si se rompe algo, se lo encontraron así. Si quitas una cosa del proyecto te restan 100. Pero si se la sumas, aumenta 1.000. Por supuesto, siempre aparece algo nuevo que no estaba incluido, que hay que hacerlo sí o sí y que además también vale otros 1.000. O más. Lo que no esté por escrito, olvídalo, jamás te darán la razón. Incluso, a veces, tampoco te la darán aunque lo esté. Y luego está una norma 'no escrita' por la que, si hay que dar golpes y martillazos, mejor hacerlo a primerísima hora o justo después de comer, ¡para que estés bien despierto!
Con todo, creo que he tenido suerte. He encontrado un contratista que además de parecer serio, es bien majo. Se llama Daniel y es cantabrón. Espero que acabemos siendo amigos a partir de junio que me entrega el piso...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.