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Parole, parole, parole

Menos mal que la protonterapia siempre fue humo, como el AVE, que chocó con la pura verdad: nuestro tamaño/poderío no es infinito

Martes, 15 de febrero 2022, 07:22

Ya quedan lejos los alcaldes quejicas porque la justicia les medio tumbó el cálculo de la plusvalía, la guerra de Afganistán (que se ganó, luego se perdió y al final ni siquiera hubo) y la defenestración del ministro Ábalos, aquel Don Pimpón chuleta. Ya no ... chupa tanto foco el experto en 'pavor-pandemias'. Ahora adquieren protagonismo los fondos europeos, pero dígase con solemnidad: los Fondos Europeos para la Reconstrucción y el Desarrollo, que vienen/no vienen por papelucos que salen/no salen a tiempo, aunque ya sabemos que engordarán al monstruo de las galletas, ese gasto público con el que tan ricamente Santander, la novia del mar, teje espigones y desteje los mismos espigones, en plan Penélope indecisa y manirrota.

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