Secciones
Servicios
Destacamos
«Se puede pecar contra la verdad tanto por omisiones calculadas como por afirmaciones inexactas», advertía Pablo VI en 1964. Ha pasado medio siglo y sus palabras siguen de actualidad. Sucede, en concreto, con un folleto que circula estos días por los colegios santanderinos y ... que, además de servir de reclamo para el 'Poetry Slam José Hierro' ofrece una sucinta biografía del poeta, tan 'abreviada' que hace entender que, entre 1934 y 1944, a José Hierro no le ocurrió nada digno ser mencionado.
Cierto que el poeta no era muy dado a hablar de «todo aquello» –así lo condensa en un poema de 'Con las piedras, con el viento'–, y que incluso en alguna entrevista llegó a tapar con la mano el micrófono de la grabadora –la de Víctor Márquez Reviriego, en 1981, que luego lo contaría en la revista 'Triunfo'–, pero tal vez el episodio que marcó su vida y su posterior producción literaria sucedió precisamente durante ese periodo 'oscurecido': es detenido en 1939, encarcelado, juzgado y condenado. En total, pasará cuatro años en las cárceles de la dictadura. Aunque en el folleto municipal no aparezca ni una línea.
En la noticia publicada el 4 de marzo en la web municipal, titulada «Alcaldesa y escolares ponen en valor la figura de José Hierro por el centenario de su nacimiento», se informa del reparto de «20.000 dípticos en los casi 60 centros escolares de Educación Primaria y Secundaria de Santander (…) se trata de unos atractivos dípticos con marca páginas (sic) que contienen una breve cronología con una sencilla actividad adaptada a los ciclos educativos (…). De esta forma tan bonita y original conseguimos que los niños se interesen por José Hierro y recuerden la importancia de su figura y la huella que ha dejado en la historia de la ciudad».
Las intenciones, desde luego, no pueden resultar más encomiables, pero en la noticia, donde se amplía la 'biografía' del poeta, persiste esa inexplicable laguna temporal: «Entre 1936 y 1937 –cuando tenía 14 o 15 años– aparecieron publicados sus primeros poemas en un periódico de Gijón y en el 'Romancero General de la guerra de España' y vivió la guerra en Santander con su familia. Trabajó en Santander de los 25 a los 30 años empeñando diversos oficios: obrero en unos talleres metalúrgicos y redactor jefe de las revistas de la Cámara de Comercio de Santander y de la Cámara Agraria, titulada esta última 'Tierras del Norte'. A los 30 años ya se trasladó a vivir a Madrid».
Resulta chocante que, junto a la profusión de datos anecdóticos –el colegio en que cursó estudios, un premio ganado a los doce años o sus primeras lecturas– se omita que fuera detenido con diecisiete años, en septiembre de 1939, que fue acusado de 'Auxilio a la rebelión' por organizar una colecta para socorrer a los presos republicanos –entre los que se contaba a su propio padre–, que fue juzgado dos veces y finalmente condenado a doce años y un día de prisión mayor, aunque posteriormente lograría salir en enero de 1944. Después, eso sí, de un extenuante 'tour' por las prisiones franquistas: Provincial de Santander, Comendadoras (Madrid), Palencia, de nuevo Santander, Porlier (Madrid), Torrijos (Toledo, Segovia y Alcalá de Henares.
Sin embargo, su salida de la cárcel sería, en palabras de Aurora de Albornoz, en régimen de «semilibertad». Hasta 1951 estaría en libertad condicional, y todavía tardarían una década en permitirle obtener el pasaporte.
Según el díptico municipal, en 1944 «comienza a vivir en Valencia y escribe para la revista 'Corcel'». Cierto. Sólo que, según algunos investigadores, su ausencia de la ciudad se debía a una pena de destierro –muy habitual durante el primer franquismo–, y según otros, a la intención de su amigo José Luis Hidalgo de protegerle de la represión de la dictadura. Lo de 'Corcel' también es exacto, pero asombra esa mención y no la de 'Proel', una publicación muchísimo más importante para su trayectoria poética. Como asombran otras 'verdades': que trabajase de tornero o listero. Si pretenden resaltar lo pintoresco, se les ha pasado por alto el oficio más llamativo: el de «negro de escritor»; el propio Hierro hizo la lista en 'Historia para muchachos'. Lo cruel es que esa experiencia laboral, que parece dibujar a un poeta en contacto con la vida real y el pueblo llano, es en realidad fruto de la represión política de un régimen que castigaba a los republicanos vedándoles el acceso a cualquier profesión intelectual.
La pregunta, por tanto, sería por qué el Ayuntamiento pretende acercar a los escolares una figura de José Hierro tan dulcificada y, a la vez, tan alejada de la verdad histórica. Un poeta que decide trabajar de obrero, que viene y va a su antojo de ciudad en ciudad y que, por lo que se desprende de los dípticos, la cárcel sólo la conoció de oídas. ¿Acaso es mejor pasar de puntillas sobre la represión de la posguerra? ¿O es que es mejor que los niños no sepan que aquel gran poeta estuvo entre rejas?
Cuatro años encarcelado como preso político no son precisamente un episodio anecdótico; allí el horror y el terror convivían, hasta el punto de que el hambre y el frío causaban casi tantos muertos como los fusilamientos.
«El español de posguerra nació a la poesía tras una monstruosa convulsión. La muerte, el odio, la escisión desgarradora le marcaron para siempre», escribió en el prólogo a 'Poesías escogidas', que tuvieron que ser publicadas en Buenos Aires. La prisión marcó no sólo su vida y su obra, sino hasta su fisionomía, como resaltara Vicente Aleixandre: «Enjuta la sien, mortificada; la mejilla tirante, y bajo una nariz que muchos olores grandes de la naturaleza y no pocos vapores confinados había inhalado día a día, una boca grabada, de penoso dibujo, labrada por muchos silencios y muchas y largas soledades reclusas de adolescente».
¿Por qué los escolares de Santander deberían ignorar ese episodio de la vida de Hierro? ¿De qué quieren protegerles? ¿Qué hay que esconder? Ese ocultamiento no hace sino revivir la injusticia, y perpetuar la lucha estéril de esas dos Españas que tan tercamente se empeñan en no desaparecer.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.