Playas de plásticos

El caso es que el descubrimiento de este panorama de las ocho de la mañana tras una noche de fiesta y botellón playeros, nos presenta a una juventud irresponsable, no ya con las más elementales conductas de educación cívica, sino también con el desprecio por el medio ambiente, en especial con el vertido de los plásticos al mar. Podríamos concluir que, con este tipo de actitudes, esta generación será la que arruinará nuestra sociedad y nuestro planeta, pero el pasado sábado, este periódico publicaba en primera página la noticia de una manifestación de jóvenes que exigían a los gobiernos medidas contra el cambio climático. «Somos la última generación capaz de frenar el cambio climático», decían. Y acaso sea cierto, aunque los del botellón de alcohol y plásticos de Los Peligros estén empeñados en lo contrario. Sé que la vida está llena de contrastes que conviven en una baldosa y que no hay personas malas y personas buenas, sino personas que unas veces hacen cosas buenas y otras veces malas. Aun así, me encomiendo a la fe en la naturaleza humana esperando que esos jóvenes manifestantes reivindicativos de los viernes ecologistas no vayan después a la playa para desahogarse entre botellones. Esa burla sería peor que llenar de plásticos la bahía y pasar sin mojarse al Puntal para seguir emborrachándose de contradicciones.