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No sabemos lo que tenemos. Nos arrastra la inercia de marcharnos lejos para buscar el 'Shangri-la' de nuestros sueños, como si la felicidad fuera cuestión de distanciarse de nuestras raíces, y resulta que lo mejor lo tenemos a nuestro alrededor. Acaso sea una reflexión ... para aliviar tanto confinamiento municipal descubriendo lugares cercanos cuya belleza no habíamos percibido antes. Pero esto no sólo ocurre con los paisajes.

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