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¿Cerrar los prostíbulos? Están locos esos romanos, que diría Astérix. Una cosa es cerrarlos temporalmente con el argumento de evitar los contagios del coronavirus y ante la dificultad de rastrear a los posibles infectados, y otra, cerrarlos para siempre. Si dicen que la ... prostitución es el oficio más antiguo del mundo, va a ser complicado acabar con él. Ni la Inquisición lo logró. Es como las cucarachas, otro fenómeno de la evolución que ha conseguido sobrevivir a todo tipo de situaciones, ataques y desprestigio. Ni siquiera las canciones que calumnian al insecto afirmando que «ya no puede caminar porque le faltan las dos patitas de atrás» ha evitado que aparezcan por cualquier rincón y en cualquier época, porque serán todo lo repugnantes que se quiera, pero ahí están, al pie del cañón, resistiendo como una de las especies más antiguas, con 250 millones de años aguantando el chaparrón (el ser humano lleva unos cien mil en el planeta).
La dificultad de rastrear a los clientes de un puticlub me ha recordado la película 'Villaviciosa de al lado', comedia protagonizada por Carmen Machi en el papel de 'madame' de un burdel de pueblo donde ha caído el Gordo de la lotería, premio repartido en un montón de participaciones entre los vecinos. El virus también es como una lotería, y la Mari, que así se llama la 'madame' en cuestión, recuerda que «en este negocio, lo de callar como una puta, más que un refrán, es una necesidad empresarial».
Quienes acuden a la defensa de la mujer para justificar el cierre de los prostíbulos olvidan que la prostitución en España no está prohibida, que es una empresa con trabajadoras, sindicatos de prostitutas y que el oficio también ayuda a personas con incapacidad de relacionarse sexualmente o con frustraciones en su vida conyugal. La mejor manera de combatir la explotación sexual de estas mujeres no es cerrar empresas, sino abordar la regulación de su actividad, dotarlas de herramientas para defender sus derechos y liberarlas de los estigmas a los que están sometidas. Lo demás es un adornado brindis al sol.
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