Secciones
Servicios
Destacamos
De la conversación pública, del ruido mediático, del bombardeo constante de sondeos emergen dos teorías antagónicas. Una: el declive de Pedro Sánchez es imparable, con la credibilidad por los suelos su régimen se derrumba diga lo que diga, haga lo que haga, gaste lo que ... gaste. Dos: el audaz Sánchez es muy capaz de remontar, aunque sea preciso agotar los recursos actuales del Estado y de Europa, e hipotecar los del futuro, para renovar una mayoría como la de hoy, con las cesiones que hagan falta a podemitas e independentistas. En estos días que se conmemora el 40 aniversario del histórico triunfo del PSOE de Felipe González, de su llegada al Gobierno de España con el récord electoral vigente de 202 diputados, el PSOE de Pedro Sánchez cavila si podrá mantenerse en el poder cuando las encuestas le otorgan la mitad de esos escaños. No es sólo una incógnita de la política nacional, también afectará a las elecciones autonómicas y municipales dentro de siete meses, al PSOE de Cantabria, a su aliado regionalista y a sus adversarios de la derecha.
Hace unos días, José Félix Tezanos, el presidente del CIS, presentaba en su Santander natal un libro de título bien explícito: 'Pedro Sánchez. Había partido. De las primarias a La Moncloa'. Arropado por la crema de los socialistas santanderinos –con el trío Pedro Casares, Ainoa Quiñones y Daniel Fernández, en primera fila del acto en la Librería Gil – más que por los instalados en el Gobierno regional con Pablo Zuloaga, Tezanos narró con entusiasmo la peripecia política de Sánchez desde que fue defenestrado en el partido hasta que se convirtió en su único caudillo.
A quienes no sean militantes socialistas les parecerá escandaloso que Tezanos ponga al CIS al servicio de Sánchez y ocupe su tiempo libre en escribir una hagiografía del presidente, pero el sociológo cántabro lleva con mucha naturalidad su entrega al jefe político. En todo caso, este libro y el famoso 'Manual de resistencia' firmado por el propio Sánchez, ayudan a conocer al personaje, sobre todo a quienes venden la piel del oso antes de cazarlo. Tezanos hace su trabajo, inmune a las críticas: el CIS ya ha dado por amortizado el fugaz liderazgo de Feijóo y colocado al PSOE de Sánchez en cabeza y con ventaja, al contrario que todos los demás estudios de opinión.
En el PSOE no todos comparten el diagnóstico benéfico del CIS. Por ejemplo, los barones, a los que esperan las urnas en mayo. Periódicamente, los Page, Lambán, Puig,…, unas veces dando la cara y otras desde el anonimato, se desmarcan de Sánchez por sus alianzas políticas o por su giro a la izquierda en la economía, y no quieren verle frecuentar sus campañas.
En Cantabria, las disidencias puntuales no trascienden desde el despacho de Zuloaga, de momento se quedan en la Consejería de Economía. Tras la dimisión abrupta, hace unos meses, de la consejera Sánchez por su anuncio fallido de una bajada del IRPF, lo último es el posicionamiento público del director general del departamento, Manuel Díaz, contra la subida lineal de las pensiones del Gobierno Sánchez. El asunto ha generado un encendido debate en las filas socialistas, que reflejan las redes sociales. A unos les parece un error o una traición el fondo y/o la forma del pronunciamiento de Díaz, en quien detectan veleidades liberales, pero otros comparten el criterio del alto cargo del Gobierno de Cantabria.
Sobre el incierto futuro de Sánchez los partidos cántabros se manifiestan con arreglo a sus intereses. En el centro y la derecha, en el PP, en Ciudadanos, en Vox prefieren creer en la teoría apocalíptica: Sánchez arrastrará al desastre a su partido y contribuirá al declive del regionalismo de Revilla. En el PRC, como cabría esperar, le ponen una vela a dios y otra al diablo, pero no ven acabado a Sánchez ni prevén romper con el PSOE, sólo marcar distancias electorales cuando sea pertinente.
En el PSOE no tienen más remedio que vender confianza, pero el optimismo parece impostado por momentos. La tendencia nacional es importante, pero no lo es todo. No es sólo cruzar los dedos para que Sánchez tire del carro, también hay que emplearse a fondo en Cantabria. Por ejemplo, es mal síntoma que el partido no haya bendecido ya a los candidatos de Santander y Torrelavega, los dos feudos municipales más importantes donde los augurios no son buenos. En el ámbito autonómico, repetir los siete diputados actuales empieza a ser un registro aceptable para los socialistas, incluso uno menos si no mejora el clima político de aquí a mayo. Ganar o perder uno o dos escaños es importante, claro, pero lo esencial para la clase dirigente es sumar una vez más con el PRC, ahuyentar la opción del pacto del PP con Revilla, y no quedarse a la intemperie.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.