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Ante una etapa de crímenes y asesinatos por ambos bandos, lo más sensato es olvidar los resentimientos y mirar al futuro con armonía («Tristes guerras/ si no es amor la empresa/ tristes guerras», que diría Miguel Hernández). Sobre todo, porque después de cuarenta años de ... dictadura para honrar a unos muertos, ya llevamos otros cuarenta desde la Transición exaltando a los otros. Así que bienvenida en Cantabria esa derogación de la Ley de Memoria Histórica.

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eldiariomontanes Las cacas de la memoria