![Renfe se moderniza](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202201/21/media/cortadas/70785683--1248x1430.jpg)
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Decir que Renfe se moderniza puede parecer algo obvio, pues toda empresa es lógico que quiera ir al compás de los tiempos y, en consecuencia, tome las medidas pertinentes de adaptación al momento en el que vive. Claro, que cuando uno oye que una empresa ... se moderniza, en este caso Renfe, piensa en una mejora de su atención al cliente, de los servicios que presta a los usuarios, del material utilizado..., en definitiva, en una puesta al día y mejora general de toda la empresa.
Hablando de Renfe, cualquiera de nosotros, usuarios cántabros de esta empresa ferroviaria, es seguro que cuando oímos tal afirmación ponemos cara de asombro y, por supuesto, dudamos de que haya obtenido tal objetivo, ya que diríamos, con toda rotundidad y sin faltar a la verdad, que esa modernización no se aprecia en nuestra región, ya que ni el material utilizado, ni los horarios y frecuencias de las distintas conexiones, ni por supuesto, aunque ello corresponda a otro negociado distinto de Renfe, las vías por las que discurren sus trenes presentan, por el momento, modernización alguna.
Entonces, ¿a qué puede obedecer esa puesta al día a la que parece referirse el título de este artículo? Pues, entre otras cosas, a que ya se acabó eso de que los billetes tengan siempre el mismo precio, se hayan vendido muchos o pocos, y compremos los mismos un mes antes del viaje o unos minutos antes de iniciarlo. Y es que eso es una antigualla, que a estas alturas carece totalmente de sentido, por lo que lo lógico es modernizarse, introduciendo para ello en la venta de billetes algún algoritmo de esos que utilizan las compañías aéreas para que los precios varíen en función de la demanda, con lo que el mismo viaje puede tener un precio u otro en función del momento en que se decida comprar el mismo. Y así verá que, en función del día y la hora en la que decida adquirir su billete, los precios serán diferentes. Claro que si lo deja para otro día, cuando vuelva a mirar los precios observará que nuevamente son diferentes, generalmente, más elevados que el día anterior. También, es normal que le pregunten si quiere el asiento aleatorio que le asigne el sistema o prefiere reservar uno concreto, a lo que si contesta que prefiere elegir uno de los disponibles le dirán, ¡oh, sorpresa!, que eso vale cinco euros. Igualmente tendrá la oportunidad de poder cambiar el billete si le surge algún problema que le impide viajar en la fecha obtenida previamente, pero claro, faltaría más, pagando un suplemento ya que en caso contrario pierde el billete. Ah, por cierto, si quiere viajar en preferente le dirán que ya no hay clase preferente. Ahora, con la modernización, hay confort. Claro que usted intentará ver la diferencia que hay entre la antigua preferencia y el actual confort y observará que, al menos aparentemente, nada ha cambiado salvo el nombre.
¿Es o no es eso ponerse a la última? ¿Quién va a negar que Renfe se ha modernizado? ¿Cómo va a compararse poder elegir asiento pagando por ello, que lo que hacía antes el amable empleado de la taquilla de dar la vuelta a la pantalla de su ordenador para que el viajero pudiera elegir entre los asientos que en ese momento estaban libres? Ah, y recuerde que ahora, si lo desea, podrá viajar en confort, casi nada. ¿Es o no es eso modernidad?
Algunas dudas, no obstante, surgen entre los usuarios al ver esta política de modernización, como que si algunos de los proyectos de mejora ya previstos o servicios que había antes de la pandemia y que por razones sanitarias se suprimieron o aplazaron van a quedar ahora eliminados. Si así fuere, ¿por qué los sustituirán? Seguro que sea lo que sea nos dirán que por algo mucho más moderno.
Una cosa no ha cambiado, afortunadamente, al menos hasta ahora, cual es el buen hacer de los empleados de Renfe, desde aquellos que nos venden los billetes en las distintas estaciones a cuantos, en sus diferentes puestos de trabajo, dentro y fuera del propio tren, tratan con los usuarios. Confiemos en que la modernización, si les llega a ellos, sea para mejorar las condiciones y medios de trabajo para que puedan prestar un mejor servicio a los viajeros, pero conservando el trato que hasta ahora siempre han dispensado a todos los que utilizamos habitualmente Renfe.
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