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Acostumbrados a tantas sorpresas como nos proporciona el presidente Sánchez desde que es huésped –amo y señor– en La Moncloa, no me ha sorprendido la edición de este libro 'Manual de Resistencia'. Nada que ver con el bricolaje. No, la cuestión no va por ... ahí. El planteamiento parece más serio. Hasta la fecha, creo que no hemos valorado a nuestro presidente en su justa medida. Ya habíamos oído hace años que en Estados Unidos cualquiera puede llegar a ser presidente de la nación. En mi opinión, aquí ya hemos superado ese nivel con creces. Como presidente de gobierno está batiendo todos los récords de sus antecesores en nuestra democracia. Aparte de los kilómetros recorridos en estos meses, de ser el primero que gobierna solo con ochenta y cuatro escaños, ahora su libro. No deja de ser una garantía que haya elegido a Irene Lozano para dar forma literaria –son sus palabras– a las muchas horas de conversación que ambos han mantenido. No era necesaria esta publicación, pero es posible que llegue a ser un 'best-seller'. ¿Habrá una segunda edición? Sugiero un título nuevo 'Manual de Renuencia'. No me extrañaría; su resistencia a irse del Palacio de la Moncloa estaría ya bien consolidada. A lo mejor es santa envidia.
Reconozco que hoy tampoco quería hablar de temas políticos, pero asumo que es muy difícil eludir temas de tanta actualidad. Cuando en el presente tenemos en España un problema tan serio como es el del separatismo catalán, y el riesgo que supone para la unidad nacional, es lamentable que estemos perdiendo el tiempo debatiendo cuestiones intrascendentes. El libro, la tesis, y para colmo ahora iba a nombrar un 'relator' que iba a solucionarlo todo; lo que sea con tal de seguir en la Moncloa. A Sánchez no le vendría mal tener enfrente a un Largo Caballero: no dudaría en una revolución para echarlo. Ahora, hasta lo dudo con unas elecciones.
¿Y qué pasa por aquí? Un moderno parque infantil en La Llama es una buena noticia, pero nos faltan niños. Antes teníamos menos parques y eran más rudimentarios, pero la población infantil llenaba nuestras calles, plazas, colegios y jardines. No, hoy de política local no diré nada. Esta semana Calderón ya lo ha dicho todo, bueno, casi todo. Es un caballero.
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