Secciones
Servicios
Destacamos
De nuevo aquí nos tienes en lo que me acontece a mí y a Revilla, pero cuando José Joaquín Martínez Sieso gobernaba en coalición con los regionalistas, los que sufríamos los 'escraches' éramos los de Educación, a los que nos vociferaban en la ... calle Vargas, obligándonos a meternos en una cafetería hasta que escampaba.
Ahora es a él al que estando en La Capitana, como si de corsarios se trataran, a quien algunos hosteleros le han increpado acusándole de saltarse sus propias normas, comiendo y fumando dentro del establecimiento, haciendo que hasta de su puro renegara.
De nada le han servido las formidables ventas de: '¿Por qué no nos queremos?', 'Este país merece la pena', 'Sin censura', 'La jungla de los listos', 'Ser feliz no es caro' y 'Nadie es más que nadie' para librarse de los abucheos de los hosteleros, que le increpaban, en vez de aplaudirle, que es lo que se espera al ver pasear a paso ligero a tan importante figura mediática.
Hay quien dice que dejar la colilla del puro chupada no es una costumbre muy sana, pero tirar un habano a medio fumar, tampoco es muy bueno para una economía bien gestionada.
¿Acaso no fue Pedro quién renegó tres veces de su Maestro antes de que cantara el gallo? ¿A quién le va a extrañar que lo haga, al verse acosado, Revilla? Solo hay que ponerse en su lugar, para comprender la trola, el embuste o la mentirijilla, pues quien habla de todo 'quisqui', ya sabe que le va a caer la del pulpo si le cazan en una situación donde la cosa no está muy clara.
No es plato de buen gusto que a uno le saquen los colores cuando él al mismo don Felipe se los saca, con las anécdotas de la boda en la que dio todo tipo de detalles de cómo pilló en el trono del servicio al mismo rey Harald de Noruega, por lo que son un montón, según él, los que le tienen muchas ganas.
Esta vez, al menos en La Capitana, no debió quedarse con hambre, aunque iba demasiado ligero, para ir digiriendo una comida pesada; pero vista su buena forma, tampoco es de extrañar que sea capaz de andar a toda leche, con o sin albarcas.
Pues eso, que cuando a uno se la lían intenta salir del trance como puede esperando que las imágenes no salgan, pero Revilla, para envidia de sus contrincantes, siempre acaba siendo el protagonista de la película ya sea de maquis, de magnates o de piratas. ¡Un Goya yo le daba!
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.