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Siempre ocurre lo mismo. La orquesta comienza a interpretar el himno de Cantabria en un acto institucional y, aunque la letra comienza proclamando eso de que «Cantabria querida te voy a cantar», empezamos mal, muy mal. A Cantabria no la canta nadie. Será muy ... grande el amor que tenemos a la tierra donde nacimos, pero lo de «la canción que nuestro pecho la va a dedicar», brilla por su ausencia. Preferimos escuchar a la orquesta en silencio y que los sones de los instrumentos musicales sean quienes «traspasen las montañas más altas y el inmenso mar», porque nuestras voces hacen mutis por el foro.

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eldiariomontanes El silencio del himno